MUSEOS

El Prado se salvó gracias al Gobierno República

Los tesoros del Museo del Prado sobrevivieron a la destrucción de la Guerra Civil gracias al Gobierno de la República y al tesón "de muchos" no porque Rafael Alberti los salvara como se ha sostenido durante años, según ha explicado el historiador Arturo Colorado Castellary.


Colorado es el autor de "Éxodo y exilio del arte" (Cátedra), una nueva edición del que publicó en 1991 con el título "El Museo del Prado y la Guerra Civil", y en el que incorpora, entre otros documentos inéditos, la historia que escribió Timoteo Pérez Rubio de cómo se sacaron, primero de Madrid y luego de España, miles de obras del patrimonio artístico entre 1936 y 1939.


"No es verdad que fuera Alberti el que salvó El Prado. Solo intervino al principio y además fue su mujer, María Teresa León, la que lo hizo todo. Se le ha dado un protagonismo excesivo cuando fue una obra de mucha gente, desde los camioneros a los soldados, desde los políticos a los mecenas, y al frente de todo ello Pérez Rubio, el gran protagonista de esta aventura totalmente increíble", ha subrayado el historiador.


Sólo el Gobierno legítimo, el de la República, protegió el patrimonio español "porque Franco bombardeó indiscriminadamente a pesar de saber lo que se jugaba". No obstante, matiza, hay que reconocer que el de la República, que llegó a "extremos dramáticos", cometió "errores" en esa custodia tales como someter las obras a "peligros excesivos", que se recuperaron intactas solo por "milagro".


En 1936 el Gobierno republicano decidió sacar de El Prado el grueso de las obras que albergaba, junto a fondos de El Escorial, el Palacio Real, los monasterios de las Descalzas y de la Encarnación, el museo Lázaro Galdiano y la catedral de Toledo, y llevárselas con ellos a Valencia.


Eran miles de obras, de las que solo se hizo una especie de inventario al cruzar la frontera suiza, cuando los funcionarios consignan que son 71 camiones con 140 toneladas de peso en más de mil cajas.


Cuando en 1938 Franco rompe la línea republicana y separa a Valencia de Cataluña, el Gobierno se va a Barcelona y con él, el patrimonio.


Se guardan en el Castillo de Peralada, el de Figueras y la mina de talco de La Vajol, y a principios del 39 se produce el mayor peligro, "el más grave", porque las tropas de Franco se acercan y "se acaban las garantías". Es en ese momento cuando se constituye el Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros de Arte Españoles, del que forman parte directivos de museos de los países democráticos.


Colorado ha rescatado el documento que se conoce como el Acuerdo de Figueras, guardado en el Louvre, que establece que las obras saldrán hacia Ginebra, a la sede de la Sociedad de Naciones, y que se devolverán a España una vez que acabe la guerra.


El 4 de febrero comienza la evacuación en medio de los bombardeos ordenados por Franco y aunque la guerra se da por acabada el 1 de abril, las obras no empezarán a volver a España hasta mayo.


El resto, las más importantes, cedidas por Franco al Cantón de Ginebra para una exposición en agradecimiento por haberlas custodiado cuando exigió que salieran de la Sociedad de Naciones, se metieron en un tren el 1 de septiembre, el mismo día que empezó la II Guerra Mundial.


Los "grecos", "velázquez", "rubens" y "tizianos" entraron de nuevo por la frontera el 9 de septiembre sin que, y de eso está "seguro" Colorado, se "perdiera" nada por el camino.


España, sostiene el experto, tiene una "deuda de memoria" con quienes hicieron posible la custodia del patrimonio y por eso cree que es "necesario" que "todos" los que van al Prado sepan que pueden contemplar los cuadros gracias a ese esfuerzo.


El libro de Colorado incluye el DVD "Salvemos el Prado", en el que se narra con imágenes de la época la que fue "la historia de salvamento más importante que ha habido en la historia".