MÚSICA

Noa: "Me mata oír 'Hallelujah', de Leonard Cohen, en la voz de Jeff Buckley"

Noa vuelve hoy a Aragón. Su última visita fue en 2006, en una de esas "Noches con sol" de Zaragoza que volverán a estar oscuras este año. Un año antes cerró el festival de Aínsa. No por conocida -la artista- y comentada -su historia, que incluye dos años en el Ejército israelí, nada más regresar a su patria desde Estados Unidos-, deja de ser agradable que una figura de su calibre se deje caer por aquí. Máxime si trae un nuevo trabajo discográfico, "Genes and Jeans", que juega con la pronunciación anglosajona de ambas palabras, casi idéntica -"yins"- y cercana a la de gemas: "e" y eme por "i" y ene. De eso trata este noveno álbum de Noa: es un compendio de joyas hechas canción.


Ahora que frisa los cuarenta, Noa mezcla de nuevo los ecos de su niñez estadounidense con los colores de esa colcha musical tejida con hilos tan diversos como el jazz -su compañero de vida, el músico Gil Dor, hace un aporte inestimable-, el rock, la tradición sonora de Israel y el Yemen, porque también tiene raíces en este país del cuerno sur arábigo.

¿Cómo le van las cosas cuando viene a España?


En los dos últimos años, España ha sido mi plaza fuerte. Solía ser Francia, pero ahora España está en mi número uno particular. Me encanta el país, y el público es fantástico. Lo único que me molesta es la visión sesgada de los medios de comunicación españoles acerca del conflicto palestino-israelí.


La intensidad de su trabajo con la organización de Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación, la FAO, es comparable al grado en que se involucra en cuestiones políticas. ¿Cómo halla el tiempo para hacer música, giras, ser madre y pareja?


No trabajo tanto con la FAO como me gustaría, sobre todo porque no me han encomendado muchos proyectos. Dedico la mayor parte de mi tiempo no musical ni maternal a buscar la paz entre árabes y judíos, y a tareas sociales en Israel como recolectar dinero para hospitales, atención primaria a niños y otros asuntos que atienden a los más necesitados. Encontrar horas hábiles es cuestión de prioridades. No veo televisión ni leo periódicos, por ejemplo, lo considero una pérdida de tiempo. Eso me permite hacer cosas más interesantes.


¿Hay algo por lo que valga la pena morir?


Sí, para mí, dos cosas: Ayehli y Enea, mis hijos.


Noa empezó a escribir canciones con ocho años. ¿Aún conserva algo de aquellos primeros esfuerzos? ¿Llegó algún verso de aquellos a ser posteriormente comercializado?


Nooo… Empecé temprano pero he mejorado un poco con la edad, ¿no? La verdad es que no conservo nada de aquella época. Lo primero que grabé fue el tema "I don't know", y lo escribí a los 18.


Primer disco en el mercado americano, y el productor es nada más y nada menos que Pat Metheny. Es difícil imaginar un mejor debut en el negocio. ¿Cómo fue?


Tuve mucha suerte, sí. A lo largo de mi carrera he encontrado muchos músicos y famosos, pero ninguno se puede comparar al talento, modestia e integridad de Pat Metheny. Llegó como un ángel y me abrió la puerta, animándome a ser quien soy, sin buscar disfraces. Le estaré eternamente agradecida por eso.


A la gente le gusta saber los puntos débiles de los famosos, sobre todo si los acercan a sus propias reacciones cotidianas. Diga una canción que haya oído un millón de veces y aún le conmueva como la primera.


Me mata oír "Hallelujah", escrita por Leonard Cohen, en la voz del desaparecido Jeff Buckley. Es increíble, no me canso de ella.


Ahora, una propia. ¿Con cuál disfruta más sobre el escenario?


Con todas. Pero, últimamente, "The balancing act", de "Genes and Jeans", que acabo de sacar.


Los asistentes a sus conciertos le miran con fascinación y respeto. ¿Le gusta eso, o a veces preferiría generar un entusiasmo similar al que provocan las estrellas de rock?


Vaya pregunta la suya... Normalmente, me encanta la manera en que me trata el público. Me fascina que escuchen y sientan, no necesito que canten conmigo o se vuelvan locos. A veces, no obstante, es bonito sentir esa energía, así que trato de llevar a la audiencia hacia una emoción superior en la parte final del concierto, con canciones más enérgicas, baile y algo de improvisación, para relajar el ambiente. En esta gira, con los temas de "Genes and Jeans", ese planteamiento funciona muy bien…


¿Qué aspecto particular le gustaría mejorar como intérprete?


Me encantaría estar en mejor forma, para no perder el aliento cuando bailo y canto al mismo tiempo, así que quizá debería correr 10 kilómetros diarios, como Madonna…


Como poeta, ¿regalaría un par de versos que describiesen su visión de un mundo mejor?


No sé si es muy poético, pero sí conciso y directo: "The problem is greed" (el problema es la avaricia), "The solution is love" (la solución es el amor), "And life is just a balancing act" (y la vida es solo un ejercicio de equilibrio).