PATRIMONIO

El IEA recupera un manuscrito medieval sobre las cofradías oscenses perdido durante siglos

Documenta el fervor por sus patrones, San Vicente y San Lorenzo, tras la reconquista.

¿Por qué San Lorenzo y San Vicente se convirtieron en patrones de Huesca? Para contestar a esta pregunta, el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) dispone de un conjunto de pergaminos, datados entre los siglos XIII y XVI, que ayer presentó en público, justo unos días antes de que la ciudad celebre la festividad de su segundo patrón, San Vicente, el 22 de enero.


Este importante documento histórico, identificado como el "Rolde" de la cofradía de San Vicente del Sepulcro y San Lorenzo de Loreto, se creyó perdido durante varios siglos. Hace un tiempo, un coleccionista altoaragonés, que ha preferido mantener el anonimato, lo compró y lo cedió temporalmente al IEA para ser fotografiado y digitalizado. "La importancia radica en su antigüedad y en que documenta el proceso por el que San Lorenzo y San Vicente se convirtieron en los patrones de la ciudad", explicó el historiador Carlos Garcés.


Los roldes son pergaminos enrollados alrededor de un palo de madera, aunque este tiene forma de libro. Una curiosidad es que incluye documentos del siglo XV escritos en aragonés. En otros, datados en el siglo XVI, ya se nota el proceso de castellanización de Aragón. El manuscrito, de 22 por 17 centímetros, tiene ochenta páginas escritas en su mayor parte sobre pergamino. Las primeras páginas están muy deterioradas, pero afortunadamente se ha salvado el cuerpo del texto.


El libro testimonia la existencia de dos cofradías distintas en el siglo XIII (la de San Vicente por un lado y la de San Lorenzo de Loreto por otro), que acabaron unidas en una sola en la época bajomedieval, con el nombre de Cofradía de San Vicente del Sepulcro y San Lorenzo de Loreto. Al mismo tiempo documenta uno de los procesos más importantes que Huesca vivió en la Edad Media, tras la conquista de la Wasqa islámica en 1096: el nacimiento de iglesias, cofradías y tradiciones dedicadas a los que acabaron siendo patrones de la ciudad.


Uno de los manuscritos más interesantes está fechado en 1288. En él la cofradía dona la casa en la que nació San Vicente (en el Coso) a la orden del Santo Sepulcro para la construcción de una iglesia. El templo pasó a los jesuitas en el XVII y un siglo después esta orden tiró el edificio para levantar la actual iglesia, cuyo nombre oficial es San Vicente el Real pero conocida popularmento por la Compañía.


La presentación del "Rolde", a cargo de Carlos Garcés, abrió un ciclo de cuatro conferencias, titulado "Encuentros con nuestra historia". Tanto esta conferencia como la que impartirá hoy Carlos Laliena Corbera, con el título "Manuscritos aragoneses reencontrados", forman parte además del programa oficial de fiestas de San Vicente.