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Zapatero se opone a que el Gobierno se dedique sólo a la crisis

José Luis Rodríguez Zapatero rechazó hoy que el Gobierno deba dedicarse única y exclusivamente a paliar los efectos de la crisis.


"Independientemente de cómo vaya a la economía los ciudadanos tienen derechos -argumentó- y nuestro programa electoral se va a llevar a la práctica". El jefe del Ejecutivo respondió así a las críticas vertidas por el Partido Popular, que ha acusado a los socialistas de levantar cortinas de humo con debates como el de la ley del aborto o la recuperación de la memoria histórica y defendió que el suyo es un "proyecto de largo alcance" que no puede verse frustrado por asuntos coyunturales.


"Es un proyecto que huye de la hipocresía de algunos sectores que yo quiero denunciar: de aquellos que dicen que divide a un país querer tener una ley mejor y con más garantías para la interrupción voluntaria del embarazo o de aquellos que dicen que crea división el que personas, en su mayoría mayores, puedan saber dónde están enterrados sus seres queridos", contraatacó durante su intervención en el XI Congreso del Partido Socialista de Madrid.


El PSOE ha vuelto del verano determinado a evitar que el debate económico monopolice la agenda política, pero no quiere dejar cabos sueltos. La decisión de Zapatero de adelantarse a la oposición y solicitar 'motu proprio' su comparecencia en el Congreso para hablar de la crisis no es casual. Con este gesto pretende neutralizar la acusación de que no se enfrenta a los problemas y buscar, en paralelo, la legitimidad para agitar, debates que incomodan al principal partido de la oposición.


A finales de curso parlamentario que concluyó en junio, los socialistas se encontraron con un PP renovado que, de modo especial en la cámara baja, ofrecía una imagen de juventud y moderación. La escena de una treinteañera Soraya Sáenz de Santamaría ganando cada miércoles su batalla verbal contra la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega hizo sonar muchas alarmas y llevó a los dirigentes del PSOE a pensar que había que idear una estrategia para volver a empujar a los 'populares' hacia la derecha.


Zapatero aprovechó su presencia en el congreso de los socialistas madrileños para acentuar las contradicciones del PP e identificar sus posiciones con las del ala dura que encarna la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. "Cuantas más luchas intestinas hay en la derecha más intereses particulares afloran", subrayó. Acusó así a los 'populares' de denigrar lo público, de combatir la asignatura de educación por la ciudadanía porque no respetan la tolerancia y de no creer en una igualdad de oportunidades real.


Patriotismo


Hasta ahora, Mariano Rajoy ha eludido entrar en el juego. Aunque torció el gesto ante la iniciativa de Garzón para hacer un censo con los desaparecidos de la guerra civil y el franquismo, se ha negado a exponer su posición sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Los 'populares' votaron a favor del artículo de la ley de la memoria histórica que obliga a las administraciones a facilitar la recuperación de los fusilados y enterrados en fosas comunes durante la contienda, pero critican al Gobierno por querer remover el pasado y recrear las dos Españas.