PRECAMPAÑA ELECTORAL

Zapatero: "Si no hemos aceptado que Rajoy use el terrorismo, tampoco se lo vamos a aceptar a los obispos"

La nota de la Conferencia Episcopal Española (CEE) destinada a 'orientar' el sentido de voto de los católicos no ha sentado bien en las filas socialistas y ha desatado una nueva ofensiva dialéctica del Gobierno y el PSOE contra los obispos. En este sentido, el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que la Conferencia Episcopal "tiene derecho a pedir el voto para el PP", pero advirtió de que "ha ido más allá" con las recomendaciones de voto hechas públicas, puesto que "ha caído en la tentación de usar el terrorismo en campaña". Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, fue un paso más allá: "Como católico me sienta muy mal tener una jerarquía eclesiástica hipócrita".


Zapatero aludió al comunicado de la Conferencia Episcopal para criticar no tanto su posicionamiento general como su referencia concreta a las conversaciones con ETA como argumento para decidir a qué formación dar el respaldo el próximo 9 de marzo. A su juicio, la CEE "tiene derecho a pedir el voto para el PP", pero advirtió de que, en esta ocasión, "ha ido más allá" y "ha caído en la tentación de usar el terrorismo en campaña". "A eso no tienen derecho", lamentó.


"Si no se lo aceptamos a Rajoy, tampoco se lo vamos a aceptar a los obispos", proclamó en un mitin de precampaña en Orense, ante unas 5.000 personas que empezaron a murmullar entre algún abucheo cuando Zapatero, ya al principio de su intervención, indicó que se iba a referir a la Iglesia. Frente a esta coyuntura, el presidente del Gobierno dijo que la convivencia democrática consiste en que "se respeten todas las creencias" y que "nadie intente imponer ni su moral ni sus creencias", sino "que se respeten todas". Así, afirmó que él defiende "un país de todos, una sociedad tolerante y libre", en la que cada uno pueda "pensar como quiera y vivir conforme a sus creencias".


Por su parte, en la habitual rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, De la Vega dejó claro que "a lo largo de estos cuatro años" el Gobierno "ha mantenido una posición de autonomía y de respeto con la jerarquía eclesiástica española", que "por supuesto" está "dispuesto" a seguir manteniendo. "La jerarquía católica atiende a sus fieles y nosotros lo respetamos; el Gobierno atiende a los ciudadanos, a todos los ciudadanos, con independencia de sus creencias religiosas y la CEE debería respetarlo", añadió la vicepresidenta, que resumió: "El Gobierno se debe a los intereses de los ciudadanos y las autoridades religiosas se deben a sus fieles".


"El Gobierno tiene su legitimidad y su ámbito de actuación y la Iglesia el suyo", sentenció De la Vega, que añadió que "del mismo modo que al Gobierno lo juzgan los ciudadanos, al gobierno de la Iglesia la juzgan sus fieles". "Corresponde a sus fieles decidir si es tarea de los obispos hacer valoraciones políticas o apoyar directa o indirectamente unas opciones políticas u otras", afirmó la número dos del Ejecutivo, que también se refirió concretamente a la mención a ETA que incluía la nota hecha pública por la CEE y aseveró, "con total respeto a la opinión de los obispos", que "el terrorismo debe quedar siempre fuera de los intereses partidarios".


"En la lucha contra el terrorismo no debe haber más voluntad que ponerle fin, sin caer en la tentación de instrumentalizarla", proclamó De la Vega, que no olvidó comentar que en la nota de la CEE "echa de menos expresiones" como "generosidad, concordia o convivencia", palabras que "sin duda se ajustan mucho más al espíritu y voluntad de la inmensa mayoría de sus fieles y de los ciudadanos". preguntada por si considera que el PP ha podido tener algo que ver con esa nota, la vicepresidenta instó a "preguntarle al PP" su "influencia" sobre la Iglesia española, aunque señaló que "coincidencias las hay, evidentemente".


Modelo constitucional de cooperación


En todo caso, De la Vega descartó de nuevo que se vayan a tomar medidas 'represivas' contra la actitud de la jerarquía católica, como la revisión de los Acuerdos con la Santa Sede. "Tenemos un modelo constitucional de aconfesionalidad del Estado que significa la ausencia de los asuntos religiosos de las instituciones, pero tenemos un valor constitucional que establece un modelo de cooperación", explicó la vicepresidenta, que aseguró que desde el Gobierno se trabaja para que ese modelo "funcione y creemos que funcionará bien siempre que se respete el ámbito de actuación que la Constitución".


De la Vega admitió, eso sí, que mantuvo una conversación telefónica con el presidente de la CEE, Ricardo Blázquez, que enmarcó "en las relaciones normales que mantenemos", en la que aprovechó para expresarle la opinión del Gobierno sobre la nota emitida "en los mismos términos" que en la rueda de prensa. Por último, De la Vega remarcó que con la Iglesia "ha habido acuerdos y desacuerdos", pero que "en ningún momento" el Gobierno "ha cedido en los compromisos adquiridos con los ciudadanos". "Hemos trabajado con arreglo a los principios constitucionales y, por tanto, respetando y avanzando en esa laicidad del Estado", concluyó.

Decepción con la Iglesia


Aunque la vicepresidenta no lo hizo en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, el titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, en declaraciones a los periodistas durante su visita a FITUR, consideró "muy grave" que la Iglesia española "haga política con el terrorismo". Tras considerar que "un sector de la CEE ha entrado en campaña", Bermejo tachó este hecho de "lamentable" pero "coherente con las posiciones del PP", y recordó "la intervención en 1998 del obispo Uriarte en una negociación con ETA cuando el PP gobernaba". "Eso es muy difícil de digerir, es una contradicción grave por razones de versión política", señaló.


Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, durante una entrevista en la Cadena SER también consideró que "los obispos han decidido entrar en campaña" pidiendo el voto para el PP de una manera "hipócrita", porque cuando "Aznar dirigía las negociaciones con ETA y enviaba un obispo a las negociaciones, eso no era pecado", mientras que "cuando Zapatero intenta acabar con ETA a través del diálogo eso es pecado". "Como católico me sienta muy mal tener una jerarquía eclesiástica hipócrita y eso explica que cada vez exista un mayor divorcio entre los cristianos de base y la jerarquía eclesiástica", sentenció.


"Me parece bien que cada organización pueda pedir el voto para quien quiera, incluso me parece bien que la jerarquía eclesiástica se quite la careta, lo que pasa es que a mí me enseñaron desde pequeño, como católico que soy, que mentir era pecado", añadió Blanco, que en esta línea recordó que con Aznar la Ley del Divorcio era la misma que ahora y "la jerarquía eclesiástica casaba a los divorciados del Gobierno del PP" y también era la misma la Ley del Aborto "y no se montaba el revuelo que se monta en este momento". "La realidad cristiana no tiene nada que ver con todo esto", remachó.