CAMBIOS EN EL GOBIERNO

Zapatero asegura a sus ministros que no planea ninguna crisis de Gobierno

El presidente comunicó ayer a De la Vega, Salgado y Rubalcaba que no prevé acometer ningún cambio de envergadura en su equipo en estos momentos por no ser oportuno.

Zapatero.
Zapatero asegura a sus ministros que no planea ninguna crisis de Gobierno
J. LIZóN/EFE

Los rumores que apuntaban a una próxima crisis de Gobierno eran ya tan intensos como el ruido de las vuvuzelas, hasta el punto de desconcentrar a los ministros y al PSOE de lo que, según José Luis Rodríguez Zapatero, debe ser ahora su única preocupación: la gestión de la crisis. El jefe del Ejecutivo trató de cortar la rumorología en seco ayer y, según fuentes gubernamentales, trasladó a su núcleo duro que no se ha "planteado" ningún cambio de gran envergadura en su gabinete.


En el encuentro estaban presentes muchos de los que se podían haber dado por aludidos por las múltiples quinielas publicadas estos días: la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, a la que ya se situaba como presidenta del Congreso; la vicepresidenta económica, Elena Salgado; el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, a quien tan pronto se veía fuera como al frente de un macroministerio laboral; y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, llamado a mayores tareas.


No es la primera vez que Zapatero tiene que acallar los tambores de crisis, alentados en muchos casos desde sus propias filas. La última remodelación tuvo lugar hace más de un año y, desde que arrancó 2010, las especulaciones sobre una reestructuración han sido periódicas. Pero en marzo aseguró en un encuentro informal con periodistas que no tenía intención de acometerla porque, según su experiencia, el rodaje de los nuevos ministros llevaba demasiado tiempo y, en la actual coyuntura económica, no era lo más oportuno.


Lo que nunca ha ocultado el jefe del Ejecutivo es que pueda haber salidas concretas del Consejo de Ministros para alimentar las listas electorales de los próximos comicios autonómicos. El titular de Trabajo, Celestino Corbacho, repite estos días que no tiene inconveniente alguno en hacer las maletas y volver a Cataluña. Su nombre suena desde hace meses como refuerzo de la candidatura de Montilla. También se habló de Trinidad Jiménez para presidir la Comunidad de Madrid, aunque el pulso del secretario general del PSM, Tomas Gómez, a su principal detractor, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha dejado todo en el aire.


También se baraja en el seno del Partido Socialista el relevo del propio José Luis Rodríguez Zapatero durante los dos años que restan de legislatura. El sustituto no sería otro que el veterano Javier Solana, ex alto representante de política exterior de la Unión Europea. Otras voces indican que Zapatero le invitará a formar parte de su Gobierno como vicepresidente para recuperar prestigio y credibilidad dentro y fuera de España.


La baza de Javier Solana

Javier Solana es un referente de la política española y europea de las últimas décadas, y cuenta con la confianza no solo de buena parte del electorado de izquierdas de nuestro país, sino que la derecha tampoco puede ponerle muchos inconvenientes, dado que es un político con un gran prestigio internacional y sobre todo de total confianza de los norteamericanos.


Desde luego que la incorporación de Solana ofrecería tranquilidad a los españoles y a los mercados, pero quizá un político de su peso no pueda convertirse en el escudero de Zapatero.