El 36,3% de los ciudadanos diagnosticados de infección por VIH el pasado año eran inmigrantes, a pesar de que el número de casos registrados ascendió a 502 y no se ha incrementando significativamente desde 2004.

Los datos fueron ayer facilitados por el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, durante la presentación de una campaña dirigida específicamente a inmigrantes, en la que a través de un cómic se pretende sensibilizar a este grupo de población sobre las formas de transmisión del VIH y el acceso a recursos asistenciales, preventivos y sociales.

En cuanto a la vía de transmisión, a diferencia de los españoles (en este caso, la más frecuente es a través de relaciones homosexuales), en los inmigrantes la predominante es mediante relaciones heterosexuales. Entre quienes se infectaron por compartir jeringuillas, destacan las procedentes de Europa del este, que suponen un 8,7% del total.

Olmos subrayó en cualquier caso que, en vista de estos datos, la situación epidemiológica de la población inmigrante "no es motivo de preocupación".