Si hay algo que caracteriza a esta precampaña electoral es la gran cantidad de debates que todos los dirigentes políticos aceptan y están dispuestos a mantener con quien se lo pida. Sin embargo, pese a que los pesos pesados de los dos grandes partidos se han mostrado muy dispuestos a mantener un 'cara a cara', no hay estipuladas ni fechas ni televisiones en los que mantenerlos y sólo Rajoy y Zapatero saben cuándo se enfrentarán el uno al otro, pero tampoco dónde.

Este lunes, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, retaba al secretario general del PP, Angel Acebes, éste aceptaba, pero incluía en el paquete al cabeza de lista del PP por Valencia -donde concurre De la Vega- Esteban González-Pons, y desde vila el PSOE le recordaba que si debate con la vicepresidenta debería hacerlo también en la provincia por la que es número uno.

Pese a los numerosos pronunciamientos que en esta precampaña se han podido escuchar por parte de los dirigentes políticos de PP y PSOE en favor de mantener un debate electoral con cualquiera de sus rivales, lo cierto es que a la hora de la verdad los únicos que dan un paso al frente son los minoritarios, excluidos hasta el momento de los debates electorales, toda vez que ninguna televisión se ha ofrecido con tanta premura como lo hicieron con un posible cara a cara entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy pese a que han amenazado con recurrir a la Junta Electoral Central.

El número dos del PP por Madrid, Manuel Pizarro, que cuando se le preguntó en un primer momento sobre la posibilidad de mantener debates con dirigentes del PSOE respondió "que vayan saliendo", matizaba un hipotético cara a cara con Solbes. "Estoy encantado, quiero debatir cuantas veces haga falta. Sólo una condición: lo único que quiero es igualdad de trato para todos", señaló Pizarro en referencia a los medios de comunicación, para que cualquier ciudadano que quiera pueda verlo.

Del mismo modo, cada vez está menos claro quién debe debatir con quién. De la Vega, cabeza de lista del PSOE por Valencia, dijo estar "encantada" de enfrentarse en un cara a cara con Acebes y consideró lógico que si hay debates programados entre Zapatero y Rajoy, y Pizarro y Solbes (los número uno y número dos de las listas al Congreso) la vicepresidenta del Gobierno, la número dos del Ejecutivo, al fin y al cabo, mantenga también un debate con quien así lo desee. Y en este caso, el secretario general del PP, con quien ha tenido más de un rifi-rafe esta legislatura en el Congreso, sí lo desea.

¿Y de lo mío qué?

"Hacemos todos los debates que quiera, pero que también tenga los debates en Valencia. Esto no le puede servir ni de excusa, ni de tapadera, ni de huida para no tener el debate territorial que tiene que tener en la Comunidad Autónoma por la que se presenta", afirmó Acebes, que esperó que a ese hipotético 'cara a cara' la vicepresidenta acuda "con mejor predisposición que la de insultar" y con la voluntad de "contar alguna cosa", algo que, a su juicio, no ha hecho en estos últimos cuatro años en el Congreso de los Diputados.

En Valencia, el número uno del PP vino a decir algo así como 'yo quiero hablar de mi libro' señalando que De la Vega "desprecia debatir conmigo porque no me considera lo bastante importante para ella", cuando lo que está haciendo es "despreciar a los representantes valencianos y despreciar a la circunscripción de Valencia por la que se presenta. Además, señaló que Acebes es el número dos del PP, mientras que De la Vea no es el número dos del PSOe "ni siquiera está afiliada al PSOE": "no tiene ningún sentido que una independiente del PSOE debata con el número dos del PP".

Y en Ávila la reacción fue similar a la de Gonzalez-Pons, pero barriendo para casa y con una frase más cercana al '¿y de lo mío qué?'. Allí, el candidato del PSOE al Congreso por Ávila, Pedro José Muñoz, manifestó su sorpresa por que Acebes aceptara un debate con De la Vega, cuando el secretario general del PP es cabeza de lista por Ávila. "Aunque aparezca poco, le recordamos al señor Acebes que es candidato por Ávila. No se pueden aceptar debates por ahí y no quererlos en su circunscripción", sentenció el socialista, que a estas alturas de la campaña teme quedarse sin escenario, fecha e incluso sin rival que ponerse ante las cámaras.