"No nos chupamos el dedo". Esa fue la gráfica respuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba a la pregunta de si una hipotética tregua "temporal" o a "tiempo parcial" de ETA serviría para que la izquierda aberzale estuviera presente en las elecciones locales del 22 de mayo de 2011. "No vale", insistió tajante el ministro del Interior, quien volvió a recordar a Batasuna y a la organización terrorista la condición sine qua non para llegar a los comicios: "Dejarlo del todo".

El máximo responsable de la lucha antiterrorista, no obstante, fue pesimista. Desveló que los servicios de Información carecen de "argumentos" para "poder decir a los españoles que ETA está pensando en dejarlo". Rubalcaba explicó que ni el Gobierno ni su departamento se fían de "los rumores propios del verano" que apuntan a un alto el fuego de los terroristas por un tiempo determinado, que, en todo caso, estaría provocado por la "situación (de debilidad) por la que atraviesa ETA". "La tregua de verdad es la que es para siempre", recordó. Y se dirigió, sin dar nombres, a los que dan pábulo a esos rumores y preparan ya "hojas de rutas" o "escenarios" para el supuesto alto el fuego.

Por otro lado, ayer fue presentada a los diferentes colectivos de víctimas la futura Ley de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas del Terrorismo, pactada entre el PSOE y el PP. Esta legislación tendrá efectos retroactivos desde el 1 de enero de 1960, en especial en el cobro de indemnizaciones y ayudas. El proyecto de ley reconoce la figura de los "amenazados" y establece un baremo de indemnizaciones idéntico para todas las víctimas.

Además, agentes de la Policía Nacional trasladaron ayer desde Francia a los miembros de ETA Juan Fernández de Iradi, 'Susper' y Balbino Sáenz Olarra, 'Ermilo'. Su entrega fue concedida a favor de la Audiencia Nacional por delitos de atentado terrorista el primero de ellos y pertenencia a banda armada, depósito de armas, tenencia de explosivos, robo de vehículo, falsificación de documentos o tentativa de asesinato, el segundo.