CRISIS ECONÓMICA

Zapatero se da un año para sacar al país de la crisis

El presidente del Gobierno evita aun así afirmarlo de manera oficial para no 'pillarse los dedos'.

Zapatero en el Congreso en una imagen de archivo
Una década de talente con Zapatero
EFE

En sus seis años de mandato, José Luis Rodríguez Zapatero solo ha reconocido dos errores: que nunca debió vaticinar la extinción de ETA, justo en vísperas de la voladura de la T-4, y que no tendría que haberse empecinado en negar una crisis evidente para el resto de los mortales. La experiencia ha demostrado al presidente del Gobierno que sus deseos no lo pueden todo, y si no ha rebajado su optimismo, al menos le ha hecho ser más cauto a la hora de manifestarlo. Ahora augura que España tardará un año en salir del bache, pero no lo dice en voz alta. Por si acaso.

En otoño, Zapatero espera haber puesto ya en marcha las reformas estructurales más relevantes -la del sistema financiero, la del mercado de trabajo, la de las políticas activas de empleo, la del sector energético y la de las pensiones-, pero no aspira a obtener frutos hasta bien entrado 2011. La remontada llegaría a tiempo para las elecciones generales de 2012, si es que no hay adelanto y no se produce ningún sobresalto como el vivido el pasado mayo, cuando los mercados situaron a España al borde del precipicio. Sin embargo, los dirigentes territoriales que se enfrentan a las urnas en mayo no encuentran demasiado consuelo en esta nueva defensa de los objetivos a medio y largo plazo.

"Zapatero es un político con una capacidad táctica asombrosa y una idea bastante clara de cómo debería ser la sociedad en 20 años, pero no pretendas que se siente a planear a tres meses vista, no lo conseguirás", dice un ex colaborador. Quizá ahora las cosas cambien.

El jefe del Ejecutivo tiene a su equipo temblando desde que decidió que no se iría de vacaciones. Así tendrá tiempo para decidir si acomete una reestructuración ministerial para ganar impulso de cara a las autonómicas.

Pero Zapatero tiene un doble desafío: combinar los tiempos gubernamentales con los del partido. El 27 de septiembre se designará a los candidatos para autonómicas y municipales y debe decidir si usa a algunos de sus ministros como reclamo.