JUSTICIA

Rebajan la pena a un atracador porque empleó una violencia «apropiada»

La sentencia sustituye la condena de cinco años por una de tres porque el acusado «no tuvo un comportamiento especialmente virulento» en su atraco a una caja de ahorros de Murcia.

La Audiencia Provincial de Murcia ha rebajado la pena impuesta a un joven que atracó una caja de ahorros, en la que entró disfrazado y con una pistola y amenazó a las empleadas con pegarles un tiro si se movían, porque su comportamiento no fue especialmente violento, «sino el propio de quien, evidentemente, quiere intimidar para conseguir su propósito».


La sentencia anula la condena de cinco años de cárcel que le impuso el Juzgado de lo Penal número Dos de Murcia y la sustituye por otra de tres años, seis meses y un día porque el acusado «no tuvo un comportamiento especialmente virulento o desproporcionado».


Además, la Sala, de la que ha sido ponente el magistrado Juan del Olmo, afirma que «su hoja histórico-penal, con una condena por estafa en la última década, no refleja una personalidad criminal de especial potencialidad criminógena».


El tribunal admite parte del relato de hechos probados que fijó el juez de lo Penal, según el cual el acusado entró en una sucursal de la Caja de Ahorros del Mediterráneo ubicada en la avenida del Progreso de Murcia tras haberse puesto una peluca, barba y bigote postizos y unas gafas que desfiguraban su aspecto.


Una vez allí sacó del interior de un bolso una pistola y amenazó a las dos empleadas que en esos momentos se encontraban en la oficina con que si se movían disparaba, exigiéndoles la entrega del dinero, que ascendió a 14.500 euros, botín con el que se marchó en su vehículo, que había dejado en las inmediaciones, no sin antes amenazarlas con disparar si salían detrás de él.


Para rebajar la pena, el tribunal tiene también en cuenta que «no se conoce si el arma era verdadera, simulada o de fogueo, ni su peso, consistencia y materiales», porque no ha sido encontrada.


La Sala indica que no hay duda respecto a que el acusado fue el autor del atraco, ya que fue reconocido por las trabajadoras de la oficina por su acné, que era visible en la parte de la cara que no quedaba oculta por la barba postiza.