GUIPÚZCOA

Prisión sin fianza para el padre de la niña muerta en Zarauz

El cadáver de la menor apareció el jueves pasado por la mañana flotando en la costa de Zarauz, horas después de que el padre alertara a la Ertzaintza de que su hija de año y medio, con la que dijo que estaba pernoctando en la calle, había desaparecido.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Azpeitia ha decretado prisión provisional sin fianza para el padre de la niña de 18 meses que apareció muerta el pasado jueves flotando en aguas de Zarauz (Guipúzcoa), según han informado fuentes judiciales y del departamento vasco de Interior.


El hombre, un marroquí de 41 años, imputado por la Ertzaintza por el presunto delito de homicidio de la menor, ha abandonado sobre las cinco de esta tarde, esposado y custodiado por la Policía, las dependencias judiciales de Azpeitia, donde ha permanecido casi seis horas, y ha sido trasladado a la cárcel de Martutene, en San Sebastián.


La jueza que le ha tomado declaración, además de decretar su ingreso incondicional en prisión, ha mantenido el secreto de las actuaciones sobre este caso, que continúa su fase de instrucción o investigación.


El presunto homicida ha sido conducido desde dependencias policiales de la Ertzaintza, donde estaba detenido desde el pasado jueves, hasta los juzgados de Azpeitia, donde ha entrado sobre las once y cuarto de la mañana, tapándose el rostro con las manos, al igual que ha hecho esta tarde al abandonarlos.


Según desveló el pasado sábado el viceconsejero de Seguridad, Rafael Iturriaga, durante el periodo de detención, el ahora encarcelado fue "modificando las versiones", que eran "confusas y no realmente creíbles".


Iturriaga dijo además que la autopsia había determinado que la pequeña murió por "ahogamiento en el mar" y que su cuerpo no presenta señales de violencia.


El cadáver de la menor apareció el jueves pasado por la mañana flotando en la costa de Zarauz, horas después de que el padre alertara a la Ertzaintza de que su hija de año y medio, con la que dijo que estaba pernoctando en la calle, había desaparecido.


El progenitor fue detenido el mismo jueves porque pesaba sobre él una requisitoria judicial por un hecho delictivo anterior, aunque fue al día siguiente cuando la Ertzaintza le imputó el presunto homicidio de la niña, "bien como resultado de una negligencia o bien provocado de forma intencionada".


El presunto homicida tenía once arrestos anteriores, cuatro de ellos por violencia de género y uno por secuestrar a la niña fallecida.


Iturriaga comentó que la Ertzaintza no descartaba que pudiera tratarse de un asesinato.