En su primer mensaje de fin de año como lendakari, Patxi López se conjuró para lograr "la conquista definitiva de la paz y la libertad" y a pesar de que ETA sigue viva subrayó que "hemos avanzado mucho, estamos ganando la batalla" a los terrorista. El presidente autonómico, tras recordar a las víctimas de la banda armada, prometió trabajar para "consolidar un sociedad vasca liberada de ETA, sin espacios de impunidad para la apología de la violencia, sin permitir que se legitimen falsos argumentos que amparan a los que recurren a ella".

El lendakari, que resaltó la fortaleza de su gabinete, apeló a la unidad para superar la crisis y vencer el terrorismo. López, en su discurso, rechazó las críticas de falta de liderazgo y de debilidad a su gobierno siete meses después de llegar a Ajuria Enea y de relevar al nacionalismo gobernante durante los últimos 30 años. Avalado por el apoyo con el que el ejecutivo sacó adelante los presupuestos (con los votos a favor de PP y UPD y la abstención de PNV) y por la recuperación del diálogo social, López destacó "el honor" que siente al presidir el gobierno "más fuerte de los últimos 10 años". Además, agradeció a la sociedad "su madurez al haber asumido con total normalidad democrática el cambio de gobierno, la alternancia" y se comprometió a gobernar "para todos los ciudadanos".

Patxi López se refirió también a la crisis. Reconoció que 2009 ha sido "especialmente duro", vaticinó un 2010 "difícil" pero en tono optimista señaló que "estamos saliendo" y mostró su confianza en trabajadores, empresarios, tejido productivo y en las instituciones. Para superar la actual coyuntura, el lehendakari apeló a "unir fuerzas" y a "hacer sacrificios" para "salir fortalecidos" y dejó claro que su gobierno "no va a dejar tirado" a ningún trabajador en paro.