INMIGRACIÓN

Musulmanes, más allá del estereotipo

El terrorismo islámico -como los atentados perpetrados en Nueva York (11-S), Madrid (11-M) y Londres originó un estigma para el colectivo musulmán en el imaginario europeo que desató una ola de islamofobia todavía no del todo superada. A ello se une que en Europa, sobre todo en las últimas dos décadas, se ha percibido como una especie de 'amenaza' o "conquista de la sociedad occidental desde dentro" la masiva llegada de inmigrantes de religión mahometana. Romper los clichés establecidos y desmontar los estereotipos surgidos contra los musulmanes se erigió en un objetivo de importancia vital para la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), quien en 2005 ya animó a sus Estados miembros a desarrollar políticas de concienciación y medidas en contra de los prejuicios, la intolerancia y la discriminación que pesaban contra los seguidores del islam. Un año después, la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (ODIHR) de la OSCE lanzó un proyecto para que se desarrollaran guías de referencia específicas de algunos de sus países sobre la presencia de las comunidades musulmanas.


España se ha convertido en el primer país en elaborar un estudio de esas características, centrado en adentrarse en la realidad social y cotidiana del islam en nuestro país. Este manual divulgativo y práctico, bajo el título "Musulmanes en España. Guía de referencia", se acerca a la diversidad y pluralidad de las comunidades musulmanas a la vez que 'combate' los prejuicios negativos que afectan a este colectivo. Su objetivo esencial reside en integrar a esta comunidad y, para ello, el Gobierno español sustenta su proyecto en "generar confianza" entre la sociedad española y los musulmanes y, a la par, contribuir a incrementar el "sentido de la pertenencia" de estos últimos a la ciudadanía española. Así lo expresaba durante la presentación del estudio la secretaria de Estado de Emigración e Inmigración, Consuelo Rumí, quien considera que estos mimbres son fundamentales para combatir la discriminación y la intolerancia e imprescindibles para fomentar la "cohesión social".


Actualmente, se calcula que los musulmanes representan el 2,5% de la población española y superan el millón de personas. De ellos, cerca de un 30% son españoles y el 70% restante, extranjeros. Pero la guía incide en que la realidad musulmana en nuestro país es 'multifacética' desde el punto de vista religioso, cultural y lingüístico. Hablar del islam en España implica considerar las diversidades de cada lugar de origen (árabe, africano, asiático o europeo) y abarcar un complejo conjunto de circunstancias dentro del término inmigración: refugiados, solicitantes de asilo político, motivaciones económicas, búsqueda de nuevas oportunidades, etc.


Categorías y distribución

Se puede hablar también de dos categorías. La del 'islam inmigrante' (trabajadores inmigrantes, estudiantes, refugiados políticos, diplomáticos y profesionales liberales) y la del 'islam autóctono' (españoles de fe musulmana -sobre todo en Ceuta y Melilla-- y nacionalizados españoles). Hay, además, un grupo importante de conversos o neo-musulmanes españoles que se han convertido a la fe islámica y cuyo número ha ido aumentando paulatinamente en las últimas décadas. En España, los marroquíes (682.000) constituyen el grupo de musulmanes más numeroso, seguidos por argelinos (47.000), pakistaníes (37.000) y senegaleses (31.000). Según su distribución geográfica, Cataluña (300.000) es la CCAA donde se asientan mayor número de seguidores del islam, seguida por Andalucía (120.000) y Madrid (80.000).


Pero integrar a la comunidad islámica en los países europeos no es una tarea fácil, subraya el director de la ODIHR, Janez Lenarcic, quien asevera que la "hostilidad antiislámica se evidencia cada vez más" en el viejo continente, algo que amenaza a la "estabilidad de la sociedad". La discriminación contra los musulmanes, insiste, no es un fenómeno reciente, ya que se les percibe como "una especie de amenaza, como un colectivo incapaz de integrarse, con una cultura retrasada o represiva incompatible con la democracia". Estos estereotipos, aduce, "son peligrosos y conducen a los enfrentamientos raciales y a la discriminación". En conclusión, se les integra en la categoría de "los otros" y, en consonancia con ello, se alza un "muro infranqueable".


Por eso alaba Lenarcic la guía española, toda vez que promueve el entendimiento y la "información real", con lo que España se compromete a "combatir la discriminación con su código de buenas prácticas". Rumí alega, por su parte, que el colectivo musulmán es un "gran desconocido" para una parte importante de la sociedad española. Por ello, aboga por una integración paulatina que favorezca un "clima de convivencia". O lo que es lo mismo, que los musulmanes "se identifiquen como miembros de un mismo país y de una misma patria". Hace hincapié en "evitar el riesgo de la marginalidad y la falta de expectativas", porque "arrinconar a una parte de la sociedad es expulsarla de la misma". "Discriminar por ser inmigrante o musulmán es un fracaso colectivo. Hay que construir la convivencia en la diversidad", dice.