Muñoz y Roca aceptan penas de un año y de nueve meses de cárcel por corrupción

El ex alcalde de Marbella Julián Muñoz y seis ex concejales del GIL se conformaron ayer, durante el juicio del caso Belmonsa, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 7 de Málaga, con un año de cárcel y 18 años de inhabilitación, mientras que el ex asesor urbanístico Juan Antonio Roca aceptó una pena de nueve meses de prisión.

Roca deberá cumplir también cinco años de inhabilitación y pagar una indemnización de 2,4 millones de euros, al admitir el delito de tráfico de influencias del que se le acusaba, y en el caso de no abonar dicha cuantía tendrá que cumplir otro mes de cárcel.

Además de Muñoz, los ex ediles Mario Jiménez, Rafael González y Manuel Calle se han conformado con una condena de un año de prisión y 18 de inhabilitación para el cargo de concejal por los delitos de prevaricación genérica y contra la ordenación del territorio, con lo que se rebaja a la mitad la pena de cárcel que solicitaba inicialmente para ellos la fiscalía.

Por su parte, el ex edil José Marino Pomares ha aceptado una condena de seis meses de prisión y siete años de inhabilitación por un delito contra la ordenación del territorio, mientras que el que fue primer teniente de alcalde de Marbella, Pedro Román, y la ex concejal Marisa Alcalá se han conformado con una pena de ocho años de inhabilitación por un delito de prevaricación.

El último de los acusados, el abogado José Luis Sierra, que fue asesor jurídico de Jesús Gil, no alcanzó un acuerdo con el Ministerio Público y las acusaciones, por lo que el juicio sigue para él.

Los hechos enjuiciados se corresponden con la concesión de una licencia urbanística a la empresa Belmonsa en mayo de 1997 para la construcción de un edificio de 12 plantas en suelo calificado por el Plan General de Ordenación Urbana de 1986 como zona verde y viario público.