EXTERIORES

Moratinos se despide de África convencido que el continente "tiene solución"

En su última escala, en Adis Abeba, Moratinos reiteró su apuesta por el continente pobre en una emocionada intervención ante la Unión Africana (UA), el organismo en el que están puestas buena parte de las esperanzas de estabilidad.

Después de cinco días de gira por el África Subsahariana con más de 15.000 kilómetros recorridos, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, regresó a Madrid con la convicción de que el contingente africano "sí tiene solución", frente a quienes le auguran un frágil futuro. Su viaje a Mali, Guinea Bissau, República Democrática del Congo (RDC) y Etiopía jalona su última gira como ministro, al menos, en el presente mandato, a la espera de saber qué ocurrirá después de la cita electoral del 9 de marzo.


No obstante, aún tiene que visitar Egipto la semana que viene acompañando a los Reyes de España, pero sus discursos pronunciados en los cuatro países dejaron entrever su despedida del corazón de África.

 

En su última escala, en Adis Abeba, Moratinos reiteró su apuesta por el continente pobre en una emocionada intervención ante la Unión Africana (UA), el organismo en el que están puestas buena parte de las esperanzas de estabilidad. Como confesó él mismo, su alocución ante el medio centenar de representantes de países africanos fue la más sentida desde que es ministro, por el compromiso que supone la apuesta de España por el progreso de la zona.


"El mundo no puede seguir existiendo con esta desigualdad, con esta falta de ética humana", se lamentó durante su estancia en Kinshasa, la capital congoleña.


En presencia de cooperantes que han visto como países como la RDC apenas han avanzado en 50 años, Moratinos quiso insuflarles optimismo: "A aquellos que piensan que no hay solución, que es un continente perdido, les digo que África sí tiene solución, aunque no va a ser fácil".

Ayuda económica


Además de las buenas intenciones, el ministro acompañó con cifras su gira, que se salda con la promesa de destinar alrededor de 170 millones de euros en el próximo trienio para programas sociales y de fomento de la paz.


Sólo en 2008, el Gobierno destinará 1.500 millones de euros para la cooperación en toda África, frente a los 300 millones de 2003, con la meta de lograr el ansiado listón del 0,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) al final de la próxima legislatura.


"Sea cual sea mi posición después de las elecciones, celebraré con mucha satisfacción haber llegado al 0,7 por ciento", dijo en Bamako, sin desvelar si repetirá en el cargo para soportar de nuevo la férrea oposición del Partido Popular. A modo de corolario de su gestión, dejó caer la frase en Mali de que la cooperación es la faceta que "más alegrías y mejores resultados" le ha dado y de la que "más orgullosos se siente" en estos cuatro años.


Según Moratinos, la 'inversión' humanitaria española parece dar frutos, aunque queda en desigualdad ante los 5.000 millones de dólares que sólo en la RDC, ha comprometido a medio plazo China, el nuevo 'colonizador' africano, a cambio de recursos naturales para nutrir a su economía.


Moratinos llegó al África Subsahariana con cuantiosos fondos e ideas sobre proyectos y regresa a Madrid con el recuerdo de su gente, de su música y de la labor de los cooperantes, a pesar de la dificultad de avanzar en ese continente.


También le dejó un recuerdo simbólico, como la pluma que le regaló al responsable de Cooperación de Guinea Bissau, Roberto Cacheu, con el deseo de "seguir firmando más acuerdos en el futuro" para ayudar a los países más pobres del mundo.


A Moratinos le toca ahora apurar los últimos deberes al frente del Ministerio y subirse a la caravana electoral para recabar votos en su circunscripción de Córdoba, empezando por el pueblo de Priego, el mismo lugar donde pronunció el primer mitin de su vida hace cuatro años en el Teatro de la Victoria.