TERRORISMO

Mil personas exigen que ETA desaparezca

Gesto por la Paz denuncia que la existencia de la banda terrorista constituye «una amenaza inaceptable».

Cabecera de la manifestación convocada ayer por el centro de Bilbao.
Mil personas exigen que ETA desaparezca
ALFREDO ALDAI/EFE

Un millar de personas secundó ayer por la tarde en Bilbao la manifestación anual de la Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria. En plena tregua de ETA, Gesto exigió a la banda su «desaparición definitiva y sin condiciones» y denunció que su mera existencia constituye una «amenaza intolerable».

Una pancarta con el lema «ETA desagertu (desaparición). Por un final definitivo y sin condiciones» presidió la manifestación, que, desde las 17.30, durante una hora y en silencio, completó el recorrido que une la plaza del Sagrado Corazón y el Ayuntamiento de Bilbao a través de la Gran Vía.

El acto concluyó con la lectura de un comunicado en euskera y castellano en el que Gesto por la Paz rechazó de plano cualquier tutela de ETA con respecto a la oportunidad de paz abierta en Euskadi. En este sentido, el colectivo pacifista mantuvo que «la única decisión significativa que puede tomar ETA es su desaparición definitiva y sin condiciones». La descalificación hacia la banda fue más allá cuando Gesto advirtió que «la mera existencia» de la banda terrorista «constituye una amenaza intolerable que no está a la altura de las esperanzas y los propósitos de vivir en paz y en libertad».

Descomposición acelerada

En plena tregua, la coordinadora apuntó que ETA «se encuentra ante la disyuntiva de escuchar por una vez lo que le reclama la sociedad que dice defender y disolverse por voluntad propia o seguir mirándose en el espejo de su descomposición acelerada». Además, destacó la actitud de la ciudadanía ante la violencia.

Tras señalar que la sociedad «no acepta que el asesinato y el terror sean parte funesta de la convivencia civilizada», subrayó cómo a lo largo de los últimos años se ha ido «desbrozando el camino de muerte y amenazas con el único instrumento de los derechos fundamentales y las manos». «El compromiso humano y cívico que hemos mantenido -indicó Gesto- ha contribuido a la deslegitimación de la violencia que, por fortuna, hoy prevalece en el corazón de nuestra sociedad».

El comunicado tuvo una mención especial para la última persona asesinada por ETA, el policía francés Jean Serge Nérin, y a todas las víctimas que le precedieron, «vidas perdidas y arrebatadas que se rebelan inútiles para quienes las infligieron», que «conforman el núcleo de nuestra primera razón contra la violencia», y advirtió de que su asesinato «no obtendrá ningún rédito político».

«Esas vidas arrebatadas están llenas de significado para quienes creemos que son la mejor prueba de que el ejercicio político debe estar libre de amenazas criminales» señaló el comunicado.

La portavoz del Ejecutivo autónomo, Idoia Mendia, reivindicó «el fin de ETA» y pidió a Batasuna «que aclare si los terroristas quieren seguir manteniendo la tutela sobre la sociedad vasca y si el fin de la violencia es irreversible».

El portavoz del PP en el Parlamento vasco, Leopoldo Barreda, exigió la desaparición de la banda y se comprometió a «seguir trabajando para que la democracia no sea condicionada por ninguna exigencia ni negociación planteada por una organización terrorista».

El parlamentario del PNV Íñigo Iturrate reclamó el «abandono» de la violencia por parte de ETA y apuntó que el momento actual «es más que nunca el momento de la política», por lo que «las armas tienen que callar para siempre en este país».