PRISIONES

Más de 200 españoles permanecen encarcelados en las prisiones marroquíes

Un total de 219 españoles, de los que 26 son mujeres, cumplen condena en las cárceles de Marruecos, la mayoría de ellos acusados de un delito de tráfico de drogas y con penas menores a los cinco años de prisión, según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. De ellos, más de la mitad de los internos cumplen condena en la prisión de Tánger, una cárcel en la que los reclusos viven hacinados, con falta de higiene y sin acceso al agua caliente, según informes de Amnistía Internacional y Asochofer, la asociación que agrupa a conductores y camioneros, uno de los sectores con más integrantes en las cárceles de Marruecos, acusados de traficar con drogas.


La prisión tangerina, popularmente conocida como Satfilage, cuenta con el doble de reclusos de lo que su capacidad permite. Es el centro penitenciario marroquí que más reclutas españoles alberga, la mayoría de ellos por tráfico de drogas. Tras esta prisión, se sitúan por número de españóles encarcelados, la cárcel de Tetúan, al norte del país y con 41 españoles; la prisión de Nador, con 17; Casablanca, donde hay siete; la cárcel de Rabat, con 6; y finalmente, la prisión de Agadir, con un español, según cifras del departamento de Interior a fecha del 11 del pasado junio.


Una pequeña parte de los condenados españoles han sido detenidos por contrabando, por robo o por estafa. Asimismo, las autoridades marroquíes acusan a otra minoría de delitos de falsificación y violación. Otro grupo se encuentra apresado por varias infracciones, relacionadas con la estancia ilegal en el país, con extorsiones o con la seguridad vial. De los detenidos, 127 cumplen condenas de menos de cinco años, frente a los 24 que afrontan una que se puede alargar durante una década. Sólo dos españoles han sido condenados a permanecer más de diez años en prisión, y, finalmente, el resto aún no han sido juzgados.


DENUNCIAS DE MALOS TRATOS


En este contexto, Amnistía Internacional ha denunciando en sus últimos informes el aumento de las torturas y los malos tratos que sufren los internos, no ya sólo durante su estancia en prisión, sino también en los interrogatorios policiales. Tras los atentados de Casablanca, el Reino alauí adoptó una nueva Ley antiterrorista y, según pudo saber la Asociación pro Derechos Humanos, se produjo un "incremento notable" de las denuncias de malos tratos ante la "pasividad" de las autoridades del país vecino.


Por su parte, Asochofer recogió, durante este año, una serie de misivas, enviadas por un grupo de reclusas españolas, en las que denunciaban el hacinamiento y las condiciones de las celdas en la prisión de Tánger. Frente a ello, las autoridades diplomáticas españolas manifiestan a los responsables marroquíes su deseo de que la situación de los presos españoles mejore en estas cárceles. De hecho, destacan que nuestro sistema de ayuda es uno de los mejores a nivel europeo e incluye ayudas económicas y asistencia médica y alimenticia.


Funcionarios del consulado velan por garantizar la seguridad de los reclusos, y visitan, al menos una vez al mes, a los presos españoles, que también reciben semanalmente, por orden de la delegación diplomática, un paquete de alimentos y medicinas. Asimismo, los reclusos perciben una dotación mensual de 120 euros y un tratamiento médico especial, en el caso de que el detenido lo requiera.


El sistema español también permite a los cónsules acudir a visitar a los presos cada seis meses, o en un menor periodo de tiempo en el caso de que soliciten alguna gestión especial. Desde la entrada en vigor del Convenio firmado entre España y Marruecos en materia penal hasta el 1 de junio de este año han sido trasladados un total de 121 detenidos a nuestro país.