29 DÍAS DE HUELGA

Marruecos acusa a los partidos españoles de utilizar el caso Haidar con "fines electoralistas"

Chaves garantiza que el Gobierno "no va a tirar la toalla" con la activista saharaui, quien se encuentra muy débil.

El ministro marroquí de Economía y Finanzas, Salahedín Mezuar, instó ayer a los partidos políticos españoles a que "dejen de utilizar" el caso de la activista saharaui Aminatu Haidar con "fines electoralistas". En una intervención ante el Consejo Nacional del partido que lidera, la Agrupación Nacional de Independientes (RNI), Mezuar lanzó un llamamiento a la opinión pública española para que "no se dejen manipular" y acusó a Argelia de invertir grandes cantidades de dinero en una campaña propagandística.

"Entendemos que España está en un periodo preelectoral, y que todos los partidos, tanto de derecha como de izquierda, están en una situación en la que se utiliza este tema; pero Marruecos nunca ha utilizado un tema interno de España para algo relacionado con las elecciones", dijo el ministro entre aplausos. En su alocución, realizada en un perfecto español, el ministro, uno de los hombres fuertes del Ejecutivo, aseguró que su país "tiene mucho respeto por el pueblo español".

 

"Aprovechamos este encuentro para decir a la opinión pública española: Atención, tenéis que evitar la manipulación", dijo, para agregar que "el dinero argelino está circulando para desestabilizar a Marruecos, y, a través de esta, desestabilizar a España". Para Mezuar, Marruecos ha hecho "un gran esfuerzo en el tema de la inmigración, para construir la democracia, y la opinión pública española tiene la responsabilidad de tomar esto en cuenta".

 

También subrayó que "es muy peligroso" el caso de Haidar -quien cumple hoy 29 días de huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote-, ya que, a su juicio, Marruecos es un país "reconocido a nivel mundial como respetuoso con los Derechos Humanos". "Argelia está aprovechando los Derechos Humanos para esta provocación a Marruecos y a los sentimientos del pueblo marroquí", sentenció Mezuar, que apeló a los "intereses futuros" entre los dos países para zanjar la polémica.

 

Secuestro de los cooperantes

El titular de Finanzas esgrimió la voluntad de Marruecos de "construir algo sólido" dentro de la región, y aseguró que el secuestro de los tres cooperantes españoles en Mauritania "es un síntoma del peligro y riesgo que se está desarrollando en esta zona".

 

El RNI celebró en un hotel de El Aaiún, la capital administrativa del Sahara Occidental, su Consejo Nacional, con un claro mensaje dirigido a la preservación de la integridad territorial, una causa que, sostuvo, "ha movilizado a todos los partidos marroquíes".

 

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Taib Fassi Fihri, sostiene que el Gobierno marroquí "no hará ninguna concesión" en el caso de Haidar y calificó la actitud de la activista saharaui de "chantaje", de ser la protagonista de una "maniobra orquestada por Argelia y el Polisario".

 

La huelga de hambre de Haidar, según Fassi Fihri, no es una cuestión humanitaria, sino "una decisión política tomada en otra parte para impedir la reanudación de las negociaciones" sobre el contencioso del Sahara, afirmó en declaraciones publicadas ayer por el diario libanés 'Annahar'.

 

Gestión "impecable"

En España, el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, calificó de "impecable" la gestión del Gobierno en el caso Haidar, desde el punto de vista político y humanitario, y garantizó que el Ejecutivo "no va a tirar la toalla". Chaves insistió en que su entrada en España fue "absoluta y escrupulosamente legal" y recalcó que si el Ejecutivo se hubiese negado a ello habría sido duramente criticado.

 

Por su parte, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, lamentó las "insensatas" palabras de la secretaria general de PP, María Dolores de Cospedal, por criticar la política exterior española y las enmarcó en su interés por "hacer méritos ante la hinchada anti-Zapatero".

 

Desde el PP, el vicesecretario general de Comunicación de este partido, Esteban González Pons, pidió al Ejecutivo que no culpe a la activista por entender que es "la víctima de los Gobiernos de España y Marruecos". Este resaltó que ella es quién está sufriendo "la incompetencia demostrada por las autoridades españolas", por permitir que entrara a España "sin pasaporte y en circunstancias no suficientemente aclaradas".

 

Por otro lado, el secretario del Sindicato Unificado de la Policía, José Manuel Sánchez Fornet, desveló que la Comisaría General de la Policía en Madrid fue quien permitió la entrada de Haidar, para insistir en que la acción policial fue "escrupulosamente legal".

 

Mientras, la activista se encuentra "muy débil" y habla "con un hilo de voz", según explicó Pedro Barbadillo, el periodista español que fue retenido el 13 de noviembre cuando llegó con ella a El Aaiún, tras visitarla en el aeropuerto de Lanzarote. Barbadillo dijo que "está muy fuerte de ánimo y de espíritu, pero muy débil de fortaleza física". "Prácticamente no podía hablar", apuntó.