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Los populares reprochan a San Gil que ahondara en la crisis el día del atentado

Rajoy elude hablar de su reunión con los dirigentes del partido en el País Vasco por lo inoportuno del momento político.

La reunión del PP vasco con Mariano Rajoy no ha cerrado la crisis abierta por María San Gil, aunque ambas partes coinciden en afirmar que el encuentro sirvió para sincerarse. La dirección nacional reprocha a la dirigente vasca su órdago por el hecho de que agudizara la crisis precisamente el día en que ETA había atentado en Legutiano.


Rajoy acudió ayer a la concentración silenciosa de Madrid. El líder del PP puso el acento en la unidad política contra ETA y se negó a responder a preguntas relacionadas con la última bronca interna. "Hoy no es día para hablar de eso", argumentó al negarse a responder. "Hoy es día de estar con las víctimas y de la unidad contra el terrorismo", añadió. De esta opinión participaban otros dirigentes de su entorno, entre los que arrecian las críticas por el comportamiento de San Gil.


En una conversación informal -en las instalaciones de los jardines de Cecilio Rodríguez, donde asistió con Ruiz-Gallardón a la entrega de las medallas de oro de Madrid-, Rajoy se mostró satisfecho por el desarrollo de la reunión que mantuvo el miércoles en Vitoria con dirigentes de su partido en el País Vasco. Fuentes de los asistentes a esta convocatoria destacan la sinceridad con que se mantuvieron las posiciones y aseguran que la conversación no estuvo exenta de tensión. Rajoy les garantizó que coincide con sus planteamientos y que se mantendrá firme en los principios del partido, pero los vascos defendieron las razones de San Gil para dimitir como ponente. Estos reconocieron que "la distancia" que existe es grande y está marcada por la desconfianza.


Pérdida de carisma

En Madrid y en Vitoria existen sospechas de que San Gil ha perdido parte de su carisma en este conflicto, no tanto por sus planteamientos sino por las formas. A muchos dirigentes les cuesta entender el porqué de su dimisión como ponente después de que los autores del documento integraran todas sus aportaciones y también se declaran indignados por que hubiese celebrado su rueda de prensa en un día de luto.


En Vitoria, Rajoy explicó a los dirigentes vascos el giro de su posición en la lucha contra el terrorismo para apoyar ahora sin fisuras al Gobierno. El PP vasco le garantizó la paz interna si su posición se asienta en el respaldo a Zapatero en contra de la negociación y por la derrota de ETA. Y sobre estos principios hace pilotar Rajoy su nuevo discurso.


"Ayer le dije con claridad al presidente del Gobierno -apuntó- que cuenta con todo mi apoyo para la derrota de ETA y hoy lo quiero repetir". "Espero que se acepte porque la unión de las fuerzas políticas es primordial", añadió, no sin olvidar comentar que "no puede haber una negociación política con ETA". El recuerdo de las veleidades socialistas de la pasada legislatura y la reafirmación de su unidad con el PSOE son los pilares de su posición, que ignora los planteamientos maximalistas de algunos seguidores populares.