madrid. El adelanto de las elecciones generales, si llega, no sorprenderá al PP con los deberes por hacer. Mariano Rajoy, al igual que hizo Aznar en 1996, engrasa la maquinaria electoral para consumar lo que vaticinan todas las encuestas: su victoria en las urnas. La constatación de la soledad parlamentaria de Zapatero ha acelerado este proceso. Ana Mato, vicesecretaria general de Organización, ultima el programa electoral. La designación de los candidatos a las autonómicas se adelanta -ayer se proclamó Luisa Fernanda Rudi- y ya están casi decididos los cabezas de lista de las municipales en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes.

Ahora bien. ¿Cree de verdad el PP que Zapatero pondrá fin anticipadamente a la legislatura? "Yo pensaba que no, que el PSOE iba aguantar hasta el final costara lo que costara, pero tras lo del jueves en el Congreso sí lo considero factible", asegura Javier Arenas, vicesecretario general de Política Autonómica y veterano de contiendas políticas. Esteban González Pons, responsable de Comunicación del PP, auguró que el Ejecutivo cometerá este año "nuevos y graves errores" que pueden precipitar los acontecimientos.

Más pragmática se muestra Soraya Sáenz de Santamaría, que pone el acento en el deterioro del Ejecutivo en su conjunto, que va más allá del "caos" que, en su opinión, ha generado Zapatero. En concreto se refiere a los tres vicepresidentes; a Fernández de la Vega la considera amortizada desde que el jefe del Gobierno la apartó en marzo de la negociación de los acuerdos de Zurbano. Es conocida la opinión de los populares sobre Chaves, al que tildan de "vicepresidente florero". La novedad es que ahora también consideran "triturada" a Salgado, tras ser rectificada por el propio Zapatero en relación a la prohibición de endeudarse de los ayuntamientos.