La Iglesia dice ahorrar al Estado 30.000 millones

En tiempos de crisis, los obispos aprovechan para esgrimir el beneficio económico que supone invertir en la Iglesia. La Conferencia Episcopal Española cifró ayer en "miles de millones de euros" el dinero que se ahorra el Estado gracias a la institución católica. Y añadió que, de cada euro que reciben, lo revierten a la sociedad multiplicado por tres.

Aunque eludió "dar una cifra mágica" sobre el ahorro estatal gracias a la Iglesia, Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), aseguró que la previsión de 30.000 millones de euros "no estaba alejada de la realidad".

Durante la presentación de la memoria de actividades del ejercicio 2008, Barriocanal defendió la labor de la institución católica en el ámbito litúrgico, pastoral y asistencial. Sobre este último aspecto, reseñó que la Iglesia es "la mayor realidad asistencial que existe en España".

También dejó claro que la actividad caritativa tiene su razón de ser en "el anuncio y la vivencia de la fe" y destacó que esta labor, a través de organizaciones como Cáritas o Manos Unidas, ha beneficiado a 2,8 millones de personas en cerca de 4.500 centros. En cualquier caso, matizó que las cifras de 2010 serán mucho más altas por la crisis económica.

7,2 millones de declaraciones

El pasado año, la Iglesia recaudó 253 millones de euros procedentes de las casi 7,2 millones de declaraciones de la renta correspondientes al ejercicio fiscal de 2008 que asignaron a favor de la institución.

La memoria refleja también que la actividad educativa desarrollada por la Iglesia en los 6.041 centros escolares católicos -incluidos los concertados-, que dan cobertura a 1.370.151 alumnos, supone un ahorro al Estado de 4.148 millones de euros, según cálculos de la CEE.

Jiménez Barriocanal aseguró, además, que "no es pretencioso decir" que una tercera parte de los ingresos procedentes del turismo cultural provienen de la colaboración que presta la Iglesia a través de su patrimonio, ya que uno de cada tres monumentos en España son propiedad de esta institución. En este sentido, puso de relieve el "importante esfuerzo" que realiza la institución para mantener su patrimonio cultural que, "lejos de constituir un tesoro económico o fuente de negocio, como algunos piensan, se concibe como un servicio a los demás".

La Iglesia desembolsa en torno a los 150 millones de euros al año para el mantenimiento de los templos, si bien el gerente de la CEE agradeció la colaboración del Gobierno, a través del programa del 1% cultural, y de las aportaciones que realizan las autonomías.

Los sacerdotes y agentes pastorales dedican más de 45 millones de horas a su actividad pastoral. La Conferencia Episcopal también tradujo este desempeño en costes económicos, y cifró en 1.860 millones de euros el gasto si estas personas hubieran sido contratadas en el mercado. De aquí es donde sale el dato de que cada euro que invierte la institución católica multiplica su rendimiento un 2,73, ya que el gasto de la labor pastoral para la Iglesia fue casi tres veces menor, de 680 millones de euros.

En el mundo hay repartidos 17.000 misioneros, la mayoría (un 73%) en América, de los que Jiménez Barriocanal destacó la importante labor de difusión de la imagen del país que realizan, ya que "están llevando la bandera de España en sus mochilas".

De la "inmensa labor asistencial" de la Iglesia, a la que se destinan 2.764.719 euros, destacó los 68 centros dedicados a víctimas de la violencia machista o ex prostitutas, que acogen a 6.114 mujeres, y los 870.409 "pobres" que están comiendo y vistiendo gracias a la Iglesia. En este sentido, el representante de la CEE manifestó que la crisis ha incrementado "exponencialmente" las necesidades de los más desfavorecidos y en muchos casos se están doblando los beneficiarios que reciben ayuda de las instituciones católicas.

Respecto a las dos visitas que tiene previstas realizar el papa Benedicto XVI a España este año, Jiménez Barriocanal consideró que, además del "excepcional interés" para la sociedad, supone también "una oportunidad" desde el punto de vista económico, tanto para el país como para las dos ciudades que va a visitar (Santiago de Compostela y Barcelona).