AYUDAS

Las peticiones de ayuda por necesidades vitales a Cáritas se duplican en dos años

Los más pobres son los más solidarios, según la última memoria de esta institución.

Las peticiones de ayuda a Cáritas para cubrir las necesidades básicas (alimentación, pago de la luz, el agua o el alquiler y otros elementos sustanciales que hacen falta para vivir) se duplicaron en dos años por la persistencia de la crisis económica, según confirmó ayer Sebastián Mora, secretario general de Cáritas Española. Así lo refleja la Memoria 2009 de esta institución social y caritativa, dependiente de la Iglesia católica, donde se recoge que, en el apartado de acogida y asistencia, el número de personas atendidas pasó de 633.000 en 2008 a 786.000 en 2009. Este dato es el doble del registrado en 2007 (370.000). Los recursos invertidos en este capítulo ascendieron a 31 millones de euros, un 25% más que en 2008.


En los programas de empleo e inserción sociolaboral de Cáritas participaron el año pasado más de 90.000 personas. Los recursos invertidos en este apartado fueron de 28,1 millones, un 18% más que en 2008. En lo que concierne a las ayudas para la vivienda, otro de los efectos sociales de la crisis, los recursos subieron un 22% respecto al ejercicio anterior y se elevaron a 3,6 millones de euros.


En total, Cáritas invirtió 230 millones en 2009, 13 millones más que el año precedente. La inversión del año pasado supuso un incremento del 6% con relación a 2008 y del 15% sobre 2007. Las acciones desarrolladas por esta institución alcanzaron en 2009 a 6,2 millones de destinatarios; de ellos, 1,5 millones dentro de España y 4,7 millones en acciones de cooperación internacional en terceros países.


Mora resaltó que el año pasado se duplicó el número de socios y donantes, que pasaron de más de 225.000 en 2008 a más de 470.000 en 2009. Precisó que, en el ejercicio pasado, el número de pequeños donativos, efectuados por personas humildes, ascendió de manera considerable. "Hubo muchos pequeños donativos, de una media de 10 o 15 euros, más que grandes donativos. Procedían de personas que compartían lo poco que tenían, algunos de los cuales tienen incluso problemas para salir adelante. Los más pobres son los más solidarios", dijo. El número de voluntarios -el 70%, mujeres- creció un 5% y aumentó de 56.998 a 59.686 personas. "Casi 60.000 voluntarios en un momento en el que se habla de egoísmo es un mensaje esperanzador", subrayó.


De cada 100 euros invertidos por Cáritas, 62,1 procedieron de donaciones privadas y 37,9, de subvenciones públicas. De los 230 millones invertidos, la solidaridad privada sumó 142,9 millones, ante 87,1 millones de fondos públicos. Mora demandó a las administraciones públicas que aumenten sus políticas de protección social, aunque previó que disminuirán en los próximos ejercicios. "Los recortes públicos en el ámbito social lo van a sufrir las personas más pobres y excluidas y nosotros también", enfatizó. Así, aseveró que la tendencia al recorte es clara, como lo demuestra que el 58% de las personas que atienden "en atención primaria vienen derivadas de los ayuntamientos".


"Si la protección pública baja, Cáritas va a tener una mayor presión asistencial. Que las políticas públicas disminuyan mientras se incrementa la pobreza es un hecho grave. La crisis no pueden sufrirla quienes menos tienen, porque entonces vamos hacia un modelo social en el que se excluye a los más pobres y débiles, justo quienes no la han provocado. De seguir así, aumentará aún más la exclusión, la pobreza y la vulnerabilidad de muchas personas", explicó.


Pobreza

Según el último informe de condiciones de vida, agregó, la pobreza en España está en torno al 20,8%, lo que implica que en 2009 se ha registrado un importante incremento de esta lacra. Precisó Mora que todos los datos sociológicos "hablan de una feminización de la pobreza", si bien ha subido el número de hombres que también la sufren en los últimos años, aunque en número menor a las féminas. La mitad de las personas que acuden a Cáritas son españolas y la otra mitad, inmigrantes. En cuanto a estos últimos, lanzó un claro mensaje: "Ellos no son los causantes de la crisis, sino que la sufren junto a otros colectivos más vulnerables. Es más, la causa del progreso económico de años anteriores en España se debió a la presencia de los inmigrantes".