La marcha de San Gil y Ortega Lara agrava la situación en el PP

La decisión de José Antonio Ortega de abandonar el PP tras confirmar María San Gil que dejará la dirección del partido en el País Vasco ha llevado al ex presidente del Gobierno José María Aznar a romper por segunda vez su silencio y mostrarse en esta ocasión "profundamente disgustado".

Y no ha sido el único: "Algo se está haciendo no mal, sino muy mal en la dirección nacional del PP", ha asegurado la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, en una declaración sin preguntas ante los periodistas después de conocer las dos "muy malas noticias".

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha garantizado a quienes tienen "incertidumbres o dudas" que él no ha cambiado, que tiene claros los principios y que el partido saldrá "adelante" y no fallará a sus votantes.

Fuentes cercanas a Aznar han informado de que el ex jefe del Ejecutivo ha enviado a Ortega Lara y a San Gil sendos mensajes para mostrarles su "apoyo y afecto personal".

La espantada del partido de Ortega Lara, víctima del secuestro más largo de ETA, ha dejado al PP sin otro de sus símbolos en la lucha contra el terrorismo y ha despertado nuevas voces críticas con la gestión que se está realizando desde la dirección nacional que lidera Rajoy.

Entre los militantes se han llegado a cruzar mensajes de móvil que convocan para este viernes a mediodía, ante la sede nacional en la calle Génova, sendas concentraciones de apoyo a San Gil y a Ortega Lara una de ellas y de respaldo al presidente del PP la otra. 

Este jueves  ha hablado hasta la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) para dar su apoyo "a todas aquellas personas que, tras sufrir la sinrazón del terrorismo, estos días están tomando decisiones valientes que son coherentes con la defensa de la libertad y la derrota del terrorismo".

Más reacciones

La teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, ha manifestado también su preocupación por la "situación de crisis" que atraviesa su partido y ha instado a la dirección el PP a reflexionar sobre "lo que está pasando".

La decisión de Ortega Lara de abandonar el partido en el que milita desde 1987 ha sido conocida después de que San Gil se reuniera en San Sebastián con los dirigentes del PP vasco para comunicarles que no optará a la reelección en el congreso de julio, decisión que trasladó este miércoles a Rajoy.

Todos se han comprometido a llevar a cabo "una transición ordenada y tranquila", pero las distintas sensibilidades se han vuelto a poner de manifiesto tras el encuentro.

Mientras que el presidente del PP alavés, Alfonso Alonso, ha estimado que "no había ningún motivo" para que San Gil dejara el cargo; la portavoz en las Juntas Generales de Guipúzcoa, Regina Otaola, ha afirmado que la presidenta es "molesta" para la actual dirección nacional y ha denunciado maniobras para que "se vaya".

Las noticias también han sacado de nuevo a la palestra al diputado popular Gustavo de Arístegui, quien ha asegurado que el partido se encuentra "más débil" y ha insistido en la necesidad de reflexionar con urgencia, porque lo sucedido demuestra que hay "una equivocación en la forma y en el fondo" de los últimos mensajes.

Entre los fieles a Rajoy se han vuelto a oír palabras de tranquilidad y el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, tras reconocer que el partido atraviesa "momentos difíciles", ha augurado que saldrá adelante "fortalecido" del próximo congreso.

Por su parte, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón ha apostado por trabajar en esta legislatura para arrebatar al PSOE el voto de "centro izquierda", apreciación que ha molestado al sector "aguirrista" del partido.

El secretario de Comunicación del PP de Madrid, Juan José Güemes, le ha respondido diciendo que el PP "tiene claros sus principios y convicciones".

Aunque cada vez suena más la posibilidad de que el diputado Juan Costa baraje la posibilidad de presentar una lista alternativa a Rajoy, el ex ministro ha optado por ser discreto en esta jornada convulsa y se ha limitado a abogar por la "integración" del partido.