TENÍA 91 AÑOS

La Familia Real y los políticos españoles lamentan la muerte de Fernández Campo

Sabino Fernández Campo
La Familia Real y los políticos españoles lamentan la muerte de Fernández Campo
EFE

Las Infantas Elena y Cristina, junto con personalidades del mundo de la política, se han sumado hoy al dolor por la muerte del ex jefe de la Casa del Rey Sabino Fernández Campo, cuya capilla ardiente se encuentra abierta en el tanatorio de La Paz de Alcobendas (Madrid), donde han destacado su figura.


Elena y Cristina han llegado al tanatorio, donde han consolado durante unos quince minutos a los hijos y la viuda, María Teresa Álvarez. Fernández Campo falleció anoche en la clínica Ruber Internacional, donde había sido intervenido quirúrgicamente el pasado día 12 por una afección intestinal.


A la sala 17 del tanatorio, donde permanece el féretro, han acudido durante toda la mañana personalidades del mundo político y económico desde la Transición hasta hoy.


El presidente del Congreso, José Bono, tras visitar la capilla ardiente, ha calificado a Fernández Campo de "gran patriota", que "no tenía amor superior que el amor a España". A su juicio, los españoles deben estar agradecidos a Fernández Campo "por el trabajo que siempre dedicó a la consolidación de la democracia".


El presidente del PP, Mariano Rajoy, en un telegrama enviado a la familia, considera "una triste noticia" la muerte de Fernández Campo, un "ejemplo de entrega, integridad y lealtad constitucional" que "permanecerá vivo en la memoria de millones de españoles".


El PSOE reconoce en Fernández Campo a "un gran servidor del Estado" que "dio muestras de ser un fiel defensor de la democracia y de la monarquía parlamentaria española". En un comunicado, los socialistas destacan su dilatada trayectoria, en la que dio muestras de ser un fiel defensor de la democracia y de la monarquía parlamentaria española, particularmente frente al intento de golpe de Estado del 23-F".

El presidente Fundador del PP, Manuel Fraga, ha destacado hoy el papel del ex jefe de la Casa del Rey en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 y ha recordado que "contribuyó mucho a salvarlo". Fraga ha asegurado que Fernández Campo "es una figura extraordinaria" e "importante" de la historia de España y ha deseado que "descanse en paz".

 

El ex secretario general del PCE, Santiago Carrillo, ha señalado que Fernández Campofue un hombre "sabio" y "bueno" e indicó que, en estos momentos, todos los que "aprecian" la democracia y el sistema de libertades tienen que "rendirle un gran homenaje".


En la misma línea se ha expresado la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha subrayado su vocación de servicio público y de trabajo "silencioso y discreto" y ha considerado que su figura debe ser un referente para todo el que se dedique a la política.


La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha calificado de "gran patriota" al ex jefe de la Casa del Rey por los servicios que prestó a España y a la Corona.


Porj su parte, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, tras visitar la capilla ardiente, ha dicho que Fernández Campo era un hombre "profundamente leal a la Corona y a España". Para el alcalde de Madrid, Sabino Fernández Campo es, junto con Adolfo Suárez y Felipe González, una de las tres personas que tenían "nombre propio" en la transición y con la que los españoles están "en deuda de gratitud" porque "es mucho lo que hizo por España".


El ex presidente del Gobierno, José María Aznar, ha destacado que el ex jefe de la Casa del Rey fue "un gran servidor de España y un gran patriota" y ha añadido que "todos lo españoles le tenemos que estar muy agradecidos".


Para el coordinador general de IU, Cayo Lara, Fernández Campo fue "un buen hombre" y, más allá de las diferencias ideológicas, ha dicho lamentar su fallecimiento.


El director de la Fundación Príncipe de Asturias, Graciano García, ha dicho que con la muerte de Fernández Campo España pierde "a un héroe, que buscó apasionadamente y con inteligencia la reconciliación y la concordia de los españoles". García asegura que fue "como un padre" para él al darle "los más valiosos consejos" y ser un ejemplo de cómo afrontar las dificultades.


También han pasado por la capilla ardiente otras personalidades y Marcelino Oreja y José Ángel Sánchez Asiaín.


Los restos mortales del ex jefe la Casa del Rey serán inhumados mañana en el cementerio de San Esteban de Oviedo, en cuya catedral se celebrará un funeral a las 17.00 y posteriormente se llevará a cabo una ofrenda floral ante el gran busto del ex jefe de la Casa del Rey situado en un lateral del Parque de San Francisco, en el centro de la capital asturiana.

 

Después del funeral, los restos del ex jefe de la Casa del Rey serán trasladados hasta el cementerio ovetense de San Esteban de las Cruces

 

Dos décadas al servicio de la Corona

El ex jefe de la Casa del Rey y asesor privado de Don Juan Carlos, Sabino Fernández Campo, falleció ayer en Madrid a los 91 años. Fernández Campo trabajó casi dos décadas al servicio de la Corona en el Palacio de la Zarzuela, donde destacó por su contribución al fracaso del golpe del 23-F.


El Conde de Latores, título con Grandeza de España que le otorgó el Monarca en abril de 1992, entró en la Casa del Rey el 31 de octubre de 1977 como secretario general y desempeñó esta responsabilidad hasta el 22 de enero de 1990, cuando fue nombrado jefe de la Casa de Su Majestad, en sustitución de Nicolás Cotoner, marqués de Mondéjar.


El 8 de enero de 1993 cesó como jefe de la Casa del Rey, puesto en el que fue sustituido por el diplomático José Fernando Almansa, y Don Juan Carlos le nombró en ese momento consejero privado vitalicio, al tiempo que se le otorgó la Gran Cruz de Carlos III, poco antes de ser nombrado teniente general con carácter honorífico.


Su intensa y larga trayectoria en la Casa del Rey, durante la que participó en la educación del Príncipe de Asturias, se caracterizó por una impecable discreción, por su silencio y prudencia en todos los asuntos relacionados con la Familia Real.


Pero sobre todo se recuerda su papel junto al Rey el 23 de febrero de 1981, cuando colaboró con Don Juan Carlos para lograr el fracaso del golpe de Estado y, en ese contexto, intervino como coordinador entre el Monarca y el Congreso de los Diputados.


A Fernández Campo le quedaba la satisfacción de que el fracaso del 23-F había robustecido la Monarquía por la defensa de la democracia que protagonizó el Rey aquella noche, si bien hace poco lamentaba que, a sus 91 años, no le iba a dar tiempo a saber toda la verdad sobre la intentona golpista.


Tras su salida de la Casa del Rey, ingresó en junio de 1994 en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, en una ceremonia a la que asistieron los Reyes, y en diciembre de aquel año se incorporó como diputado electo a la Real Diputación de San Andrés de los Flamencos, órgano de gobierno de la Fundación Carlos de Amberes.


En noviembre de 1996 fue investido académico de honor de la Real Academia de Doctores, en diciembre de 1997 recibió el Premio de Convivencia de la Fundación Manuel Broseta de Valencia y en marzo de 1999 fue elegido vice Gran Maestre de la Orden de Caballeros de Santa María de El Puig, heredera directa de la antigua Orden de Caballeros de la Merced.


Estuvo casado con Elena Fernández-Vega Diego, que falleció en 1993 y con quien tuvo diez hijos.