Interior estrangula el 'aparato político' de ETA

Ocho días después del comunicado en el que ETA convertía su tregua en indefinida y general, el Ministerio del Interior y las autoridades francesas dieron acuse de recibo: una gran operación conjunta para estrangular, una vez más, el 'aparato político' de la banda terrorista. Doce arrestados en Navarra, Álava y Francia. La mayoría de los detenidos por Guardia Civil están acusados de intentar resucitar Ekin, la "guardiana de la ortodoxia etarra" dentro de la izquierda abertzale. Al resto, capturados por la Policía, se le imputan planes para impulsar la ilegalizada Askatasuna, el colectivo de apoyo a los presos, sobre todo a través de internet.

La historia se repite. El operativo, coordinado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, es continuación del que el pasado septiembre -solo nueve días después del primer comunicado de ETA- descabezó Ekin con la detención de sus dirigentes, los supuestos encargados de mantener al mundo radical independentista bajo el yugo y el "control" de ETA, con la distribución continuada de directrices y campañas de movilización, siempre pendientes de acallar de raíz cualquier crítica de los blandos.

La situación no parece haber cambiado desde entonces, al margen de comunicados terroristas. De acuerdo con Interior, a pesar del 'renovado' alto el fuego, Ekin sigue empeñada en "asegurar el papel de ETA como garante y vanguardia de todo el movimiento abertzale, así como hacer llegar a la banda terrorista de forma directa información de las organizaciones del complejo de apoyo". Ekin -afirman los informes policiales- sigue siendo una "estructura bajo la dirección de ETA" y sigue teniendo como misión "dirigir, coordinar y dinamizar al conjunto de organizaciones que forman la denominada izquierda abertzale".

El centro de esa nueva Ekin era Navarra, donde tuvieron lugar seis detenciones de destacados miembros del colectivo: Iker Moreno, hijo del portavoz de la izquierda abertzale, Txelui Moreno; el dirigente independentista Gorka Mayo, Javier Beortegi, Íñigo González, Juan Francisco Arratibel y Gorka Zabala. Todos ellos, asegura Interior, tras el golpe de septiembre habían tomado las riendas de Ekin en Navarra como activistas desdoblados: compaginan una supuesta actividad legal pro independentista con una militancia como presuntos comisarios políticos de ETA en el conglomerado de asociaciones radicales.

La Guardia Civil movilizó a cerca de 300 agentes en la comunidad foral, en la que tuvieron lugar trece registros, entre ellos el de una herriko taberna, sede social de Batasuna.

La segunda parte del operativo, desarrollado por la Policía Nacional también en Navarra, tuvo como propósito golpear la ilegalizada Askatasuna y sus dos máximos órganos de expresión: la revista 'Kronika Nafarroa' y la web apurtu.org, una página desde la que, además de hacer proselitismo de los presos, se habían lanzado amenazas de muerte a un periodista experto en ETA, cuya denuncia dio inicio en 2008 a las investigaciones. Se trata de Jesús María Zuloaga, subdirector de 'La Razón', quien expresó su agradecimiento y el de su familia al Ministerio de Interior y al Cuerpo Nacional de Policía por el trabajo realizado, informó Europa Press.

La Policía desplegó un centenar de agentes, entre ellos especialistas de la unidad de Ciberterrorismo, para capturar a los cuatro responsables de la web: Miguel Llamas, Edurne Sanzo, Oihana Odria y Koldo García, este último arrestado en Vitoria.

Ya con las primeras luces del día, la Policía Judicial francesa puso la guinda al operativo con la detención en Bayona de Igor Uriarte, uno de los huidos de la operación de septiembre contra Ekin, y Alaia Zaldivar, otra fugada desde octubre de 2010, cuando escapó a una redada contra Segi. Ambos quedaron en libertad sometidos a control judicial a la espera de que la Corte de Apelación de Pau celebre una vista sobre las órdenes europeas de detención cursadas por España contra ambos

Alfredo Pérez Rubalcaba no podía ocultar su satisfacción e insistió en el significado de que cuatro cuerpos policiales golpeen de manera simultánea a ETA, a pesar de su alto el fuego.