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por Mariano García

ELECCIONES CATALANAS

Incógnitas de un cambio de estilo

Terminan dos semanas de campaña y siete años de gobiernos tripartitos. Los sondeos auguran que, por tercera vez desde 2003, habrá que sustituir el retrato del ¿president¿ de la Generalitat por uno nuevo y Cataluña volverá, algo más polarizada, a encomendarse a CiU.

Foto en la que los cadidatos empujando un 'castell'.
Incógnitas de un cambio de estilo
EFE

Casi cinco millones y medio de catalanes están hoy invitados a pintar un gran cuadro colectivo. Un lienzo en blanco se extenderá por los 2.721 colegios electorales que abrirán sus puertas para que cada ciudadano mayor de edad aporte su particular trazo al 'Parlament' autonómico.

Terminan dos semanas de campaña electoral y siete años de gobiernos tripartitos. Los sondeos auguran que, por tercera vez desde 2003, habrá que sustituir el retrato del 'president' de la Generalitat por uno nuevo. El cambio se da por hecho, a pesar de que los catalanes no terminan de acostumbrarse a semejante vaivén tras 23 años de presencia casi orwelliana de Jordi Pujol en cada pared de la administración pública.

Es un cambio nuevo, que como todo en política (y en la vida) no lo es tanto. Con los brochazos de la mayoría, absoluta o no, el electorado cerrará un círculo. Cataluña volverá, algo más polarizada, a encomendarse a Convergència i Unió para superar una doble crisis: la económica y la identitaria.

Antoni Tàpies es el padre de esa corriente abstracta denominada pintura matérica. Para confeccionar sus obras, el artista cuenta con materiales de todo tipo: arena, chapa, madera, serrín, yeso? Tan variada como la paleta de Tàpies resultará la composición del nuevo 'Parlament': un collage con aportes de hasta seis partidos y la posibilidad de alguna sorpresa de última hora.

Pero solo dos formaciones, CiU y el PSC, están llamadas a colar a sus primeros pinceles en el Palau de la Generalitat. Allí, bajo cuatro plafones decorados por el propio Tàpies, delibera cada semana el 'Govern' en torno a una mesa redonda. El príncipe Artur, delfín de Pujol, paladea ya las horas para sentarse a ella y convertirse por fin en rey tras siete años sin retrato oficial.

La victoria de Mas dibuja la única certeza del día. Las incógnitas, por el contrario, abundan detrás de cada sigla.

 

1¿Logrará CiU la mayoría absoluta? Es la pregunta de la jornada y principal obsesión de Artur Mas, sabedor de su anticipado triunfo demoscópico sobre el otro contendiente a la presidencia, el socialista José Montilla. "Cataluña necesita un gobierno fuerte y si vuelve a tener un gabinete de coalición no lo será, aunque en él se encuentre CiU", ha advertido Mas. A su favor cuenta con el hundimiento de los tres partidos en el gobierno (el PSC, ERC e Iniciativa); en su contra, la posibilidad de que su electorado no se movilice, confiado por las encuestas. El 'Parlament' cuenta con 135 escaños; 68 le darían a CiU una mayoría absoluta que no consigue desde 1992. Según los últimos sondeos publicados ayer en Andorra para evitar la Ley Electoral española, la federación nacionalista merecerá entre 64 y 66 asientos en la cámara.

 

2¿Con quién pactará CiU? De no alcanzar la barrera de los 68 diputados, ante la sede de Convergència i Unió se desarrollará lo que algunos analistas, evocando las palabras de Xabier Arzalluz, califican como "ritos de apareamiento". Hasta tres serían las posibles parejas de baile: del PP seducen sus planteamientos económicos pero desagradan las cuestiones lingüistícas e identitarias; con ERC comparten la apuesta por el concierto fiscal, pero no toleran la imposición del referéndum independentista; y en el PSC contemplan una solución de emergencia. Un gobierno en minoría con apoyos puntuales en función del clima político parece lo más factible. En seis meses se vivirá una batalla en las municipales, especialmente en Barcelona, entre convergentes y socialistas, y en 2012 puede cambiar el escenario en el Congreso de los Diputados.

3¿Renunciará el tripartito a una tercera reedición en caso de que sumen? De ningún modo, según dos de sus tres protagonistas. José Montilla (PSC) y Joan Puigcercós (ERC) han abominado de esa fórmula. Claro que en la campaña de hace cuatro años sucedió algo parecido y finalmente reeditaron su pacto gubernamental. En cualquier caso, esta vez parece complicado comprobar su promesa, por el hundimiento de socialistas, republicanos y ecologistas. Si las urnas confirman a la demoscopia, hoy no habrá opción ni de plantear una tercera versión del actual tripartito.

 

4¿Una derrota abre un nuevo ciclo en el PSC? José Montilla ha anunciado que no se presentará a las próximas autonómicas, así que, con independencia del escrutinio, el PSC se aboca a una renovación en su liderazgo. Entre los socialistas conviven dos perfiles: la rama más identificable con un PSOE catalán (liderada por Celestino Corbacho) y la opción más catalanista, representada por los consejeros Antoni Castells o Montserrat Tura, quien ya se ha postulado como posible candidata en 2014.

 

5¿Hasta dónde llegará el hundimiento de ERC? Dentro de la debacle tripartita, los republicanos parecen llamados a pagar el peaje más caro. Discrepancias internas y el surgimiento de nuevas siglas dentro de su mismo nicho de mercado ("las marcas blancas del indepentismo", en palabras de una dirigente de Esquerra) podrían reducir su presencia a la mitad de los 21 actuales. Semejante retroceso limitaría su fuerza a la hora de influir en un escenario de mayoría simple convergente.

 

6¿Ascenderá el PP a tercera fuerza política? Los sondeos no vaticinan un aumento cuantioso de la representación popular en la cámara catalana. Sin embargo, el regreso de ERC a sus niveles tradicionales (engordados en 2003 como reacción a la mayoría absoluta de José María Aznar) devolvería al PP al tercer cajón del podio electoral. Su candidata, Alicia Sánchez-Camacho, ha subrayado la importancia de su partido para evitar un pacto soberanista entre CiU y ERC. Además, sus resultados serán observados desde Madrid en clave nacional, después de la amplia presencia de pesos pesados como Mariano Rajoy o María Dolores de Cospedal. Un crecimiento significativo en un territorio clásicamente poco favorable al PP como Cataluña confirmaría sus buenas sensaciones en la carrera hacia la Moncloa.

7¿Aumentará la representación de Ciutadans? Albert Rivera se ha confirmado como un duro fajador dialéctico. Su mensaje comienza a calar en los sectores más refractarios al nacionalismo catalán y se nutre a partes iguales del descontento socialista y popular. Hoy aspira a formar grupo propio en el 'Parlament'.

 

8¿Entrará Laporta en el 'Parlament'? El ex presidente del Barça se disputará con Reagrupament las migajas de la insatisfacción independentista. Su escaño podría fluctuar en función de la participación.

 

9¿Cuál es la fuerza real de Plataforma per Catalunya? Una de las incógnitas más marcadas por el voto oculto. La xenofobia de Josep Anglada se nuclea en torno a ciertos municipios con mucha inmigración -como Vic-, pero carece de arraigo en la mayor parte del territorio.

 

10¿Se animará la participación a última hora? A pesar de los malos augurios, que apuntaban a una abstención cercana al 50%, los últimos días de campaña habrían reanimado un poco la participación, tradicionalmente baja en los comicios catalanes.