El Tribunal Correccional de París juzga en rebeldía a Garikoitz Aspiazu Rubina 'Txeroki', teórico jefe del aparato militar de ETA, en el marco de un macroproceso a 18 presuntos integrantes de los aparatos de la reserva (Harrera) y de falsificación (Arragoa). Entre los acusados figuran los supuestos ex jefes de esas estructuras, Iñaki López de Bergara 'Yves' y Zigor Garro 'Tonino', respectivamente, así como el considerado actual responsable de la fabricación de explosivos Tomás Elgorriaga, huido. En el banquillo se sienta Asier Ezeiza, presunto colaborador de 'Txeroki', detenido hace menos de dos meses en el centro de Francia.

A pesar de que su rastro había aparecido en varios sumarios instruidos en París, es la primera que 'Txeroki' rinde cuentas ante la justicia gala. Desde el pasado 30 de abril es objeto de una orden de detención emitida por la jueza antiterrorista Laurence Le Vert en virtud del sumario examinado ahora, durante dos semanas, en la capital francesa.

El presunto jefe de las células armadas está imputado de asociación de malhechores durante el primer semestre de 2004 y de complicidad en falsificación documental. El segundo delito se refiere al hallazgo de un pasaporte español con su fotografía a nombre de Jonatan González Manso en una base desmantelada en Limoges en junio de aquel año.

En aquella operación también se intervino una carta firmada por 'Txeroki Esa', seudónimos de Aspiazu y del aparato militar. La misiva, que comenzaba con el saludo 'Hola, artistas', felicitaba a los falsificadores etarras por su labor y les pedía dos juegos de documentos apócrifos para Oihan Barandalla Goñi, de quien adjuntaba las fotografías.

Los dos mismos cargos pesan sobre Elgorriaga Kunze. En su caso el pasaporte que se encontró en Limoges era suizo, estaba expedido a nombre de Jan Wolfgan Schwalbe y llevaba su foto de identidad.

En el piso de Limoges se descubrió una cámara de vídeo y una cinta en la que aparecían 'Tonino' y Marina Bernadó efectuando una demostración de confección de papeles falsos a partir de documentos auténticos robados, según la acusación. Esta les atribuye la responsabilidad del voluminoso fondo documental confiscado en una cochera cercana a la vivienda, tanto en papel como en soporte informático.

Había centenares de documentos de todo tipo, sobre todo franceses y españoles. También se guardaban visados de la República Dominicana, Panamá y Venezuela; pasaportes portugueses, suecos, noruegos, suizos y belgas; carnés alemanes, marroquíes, estadounidenses... Además figuraban distintivos profesionales de las policías de los dos países, de la Guardia Civil y de la Ertzaintza.

El apartamento de Limoges, alquilado un año antes, era un lugar de tránsito para el alojamiento temporal de reservistas. Los cursillos les eran impartidos en otro piso ubicado en Coulianes (periferia de Le Mans) donde se les enseñaba desde fabricar bombas hasta la lengua francesa sin olvidar el adoctrinamiento político.

'Yves' vivía en un piso de Angers, también registrado en el mismo operativo.

La jornada inaugural del proceso se consumió en la lectura del abultado pliego de cargos, traducido frase a frase al español.

Los acusados solicitaron sin éxito un traductor de euskera. "No tienen ninguna legitimidad para juzgarnos. Esto es una mascarada", declaró Garro en francés. Zabalo compareció enfundado en una camiseta de futbolista del Athletic Club de Bilbao. Alvarez está libre por razones de salud.