TERRORISMO

Francia acusa a Carrera del asesinato de los guardias civiles de Capbreton

El ADN del ex jefe militar de ETA ha sido identificado en el coche en el que huyó el comandoNo hay datos para imputarle la autoría de las muertes.

Mikel Carrera.
Francia acusa a Carrera del asesinato de los guardias civiles de Capbreton
AFP

La juez antiterrorista de París Laurence Le Vert imputó ayer al presunto ex jefe militar de ETA Mikel Carrera Sarobe, 'Ata', como coautor de los asesinatos de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero el 1 de diciembre de 2007 en Capbreton (Las Landas). Los análisis genéticos han revelado que su ADN se corresponde con el de restos biológicos encontrados en el coche en el que el comando agresor se dio a la fuga tras cometer el primer y único atentado mortal de ETA contra agentes de las fuerzas de seguridad españolas de servicio en Francia.

La implicación de Mikel Carrera en el doble asesinato de Capbreton es consecuencia del hallazgo de su perfil genético en el primer automóvil empleado en la huida nada más disparar a los guardias civiles. Una fuente oficial francesa precisó que su ADN ha sido identificado en huellas recogidas "en diferentes lugares del vehículo" y puntualizó que se trataba de partes fijas y no móviles.

Desde el punto de vista de la acusación, está probado que Ata era uno de los usuarios del coche en el que el comando, formado por dos hombres y una mujer, llegó a Capbreton y huyó tras los crímenes. Sin embargo, no se dispone de elementos para imputarle la autoría material de los dos asesinatos. "No se sabe si fue quien disparó, pero sabemos que su ADN se encontraba en el vehículo en el que los malhechores se dieron a la fuga", observó una fuente judicial.

El turismo, un Peugeot 307 gris, había sido sustraído en julio de aquel año en el centro de Francia, y circulaba con placas de matrícula falsas correspondientes a la provincia de Gironda (departamento 33), con capital en Burdeos. Fue abandonado en Haut-Mauco, un pueblo de 800 habitantes a una decena de kilómetros de Mont-de-Marsan, capital de Las Landas, donde el comando se hizo con otro Peugeot 307, modelo ranchera, robado a una mujer que tomaron como rehén empuñando una pistola.

En el primer 307 también se encontró el ADN de Asier Bengoa, detenido junto a Saioa Sánchez cuatro días después del atentado en el Macizo Central después de una búsqueda por todo el suroeste de Francia que movilizó a 3.000 agentes. Pero su perfil genético apareció en un cepillo de dientes, un elemento móvil, y los investigadores no tienen la certeza absoluta de que se encontrara en el escenario del doble crimen. Sin embargo, la mujer fue identificada por testigos presenciales y mechones de sus cabellos aparecieron en un tercer coche utilizado en la huida, en cuyo transcurso se compró un tinte oscuro, se cortó su pelo rubio y se lo tiñó.

Bengoa y Sánchez eran hasta ayer los únicos imputados como coautores de los asesinatos de los guardias Trapero y Centeno, un cargo penado con hasta cadena perpetua en la legislación francesa. En el sumario de Capbreton también está inculpado el presunto ex jefe militar Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', pero no por los asesinatos sino por los actos preparatorios del atentado. En concreto, se le relaciona con el piso franco que el comando agresor tenía en Toulouse, en el que se hallaron sus huellas dactilares y genéticas.

Orden de un alto responsable

La imputación ahora de Carrera avala la tesis de que los disparos a los dos guardias civiles fueron realizados u ordenados por un alto responsable del aparato militar. Según las autoridades españolas, Ata era en aquellas fechas lugarteniente de Txeroki y pertenecía al comité ejecutivo de ETA (Zuba), un rango que le facultaba para improvisar sobre la marcha un atentado inédito, deliberado pero no preconcebido.

El único precedente databa de 1976, cuando los inspectores de policía José Luis Martínez y Jesús María González fueron secuestrados, torturados y asesinados en Hendaya. La diferencia es que no se encontraban de servicio pues habían cruzado la frontera para ver una película. Centeno y Trapero, que iban desarmados y de paisano, estaban en misión conjunta con los servicios de información franceses y fueron tiroteados a bordo de un coche perteneciente al Ministerio del Interior francés.