ETA

ETA mantiene su 'campaña de verano' en Málaga con tres bombas de escasa potencia

La primera explotó sobre las 13.00 horas de este domingo en la zona de Guadalmar, en la capital malagueña. Dos horas después, un segundo artefacto estalló en las inmediaciones del Puerto Deportivo de Benalmádena. Ninguno de ellos causó daños personales. El tercero fue desactivado bajo un puente de la A-7.

ETA retomó su particular 'campaña de verano', iniciada en julio en Cantabria, en esta ocasión trasladando su lenguaje violento a la provincia de Málaga, donde colocó tres explosivos. Dos de ellos, ubicados en una playa de la capital y en Puerto Marina, Benalmádena, estallaron sin provocar heridos a las 13.00 y las 15.00 horas, respectivamente, mientras que el tercero fue localizado y desactivado en un puente de la A-7 a la altura de la desembocadura del Guadalhorce. Las fuerzas políticas democráticas condenaron de forma rotunda esta nueva acción armada.


Una llamada en nombre de ETA dio la voz de alarma por la mañana e informó de la existencia de tres artefactos explosivos en tres puntos distintos de la provincia, listos para extallar entre las 11.00 y las 15.00 horas. Las Fuerzas de Seguridad iniciaron inmediatamente un despliegue que sirvió para desalojar las zonas aludidas y evitar la existencia de heridos, como en el caso del primero de los estallidos, ocurrido sobre las 13.00 horas en la playa de Guadalmar, en las inmediaciones del hotel Tryp Guadalmar de la capital malagueña.


Posteriormente, a las 15.00 horas, se confirmó la segunda de las amenazas. Ocurrió en Puerto Marina, en el término municipal de Benalmádena. El puerto deportivo fue escenario de la explosión, que al igual que la primera no causó daños personales y los materiales resultaron "prácticamente inexistentes", según el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón. La labor de los artificieros permitió localizar y desactivar el tercer artefacto, situado en la A-7, a la altura de la desembocadura del río Guadalhoce. ETA había avisado en su llamada de la colocación de esta bomba en la carretera entre Málaga y Torremolinos, lo que motivó el corte de la MA-21 que une ambas localidades y permite el acceso al aeropuerto, provocando fuertes retenciones en la A-7.


Sin entrar en demasiados detalles, López Garzón reconoció que estos artefactos guardan similitudes con el que estalló el pasado 29 de julio en una playa entre Torremolinos y Benalmádena, si bien rechazó que se pueda hablar de la existencia de un comando etarra en Andalucía. No obstante, "no podemos olvidar que enfrente tenemos una banda de terroristas y asesinos" y "nunca hay que bajar la guardia".


El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, lanzó un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos y otro de advertencia a los terroristas: "La reacción normal de las personas bien nacidas frente a estos malnacidos es que no podrán con nosotros". "Tendremos que hacer lo contrario de lo que ellos quieren que hagamos", explicó, por lo que "hay que reaccionar con normalidad" y seguir disfrutando del turismo en la provincia andaluza. Una opinión compartida con el alcalde de Benalmádena, Javier Carnero, quien aplaudió la actuación policial y dijo que "no va a haber problemas en cuanto al desarrollo de la actividad turística".

Condena rotunda


Las reacciones de las instituciones y partidos democráticos no se hicieron esperar y, de nuevo, volvieron a criticar duramente el interés de ETA por sembrar de bombas las vacaciones de los españoles. La Junta de Andalucía señaló en un comunicado que las últimas acciones de la banda son una muestra más de "su nulo respeto ante la vida y la libertad de los ciudadanos" y un nuevo ejemplo de la "desesperada violencia" con la que pretende "doblegar la voluntad democrática de la sociedad española". "El mensaje debe ser claro: no aceptamos el chantaje de los violentos", aseguró la Junta.


La Ejecutiva nacional del PP lamentó que ETA siga "con su carrera criminal" y trasladó su apoyo al Gobierno "en la lucha por la derrota de ETA". "Este atentado nos reafirma a todos los demócratas en nuestra voluntad de lograr la derrota definitiva del terrorismo, utilizando para ello todos los instrumentos del Estado de Derecho sin más límite que la ley", explicó el PP, en un comunicado. En este sentido, el PSOE reiteró que ETA nunca conseguirá nada" con la violencia y afirmó que "la unidad de la ciudadanía y de las fuerzas políticas democráticas acabará con el terrorismo". La Comisión Ejecutiva Federal también trasladó su solidaridad a malagueños y visitantes en la zona.

Desde el País Vasco


Desde el País Vasco también llegaron condenas, como la del Ejecutivo autonómico,, que recordó en una nota que "la gran mayoría" del pueblo vasco repudia la violencia, que debe cesar "de inmediato" y "definitivamente".


El PNV se dirigió especialmente a quienes "callan cuando ocurren estos hechos", porque "están cediendo voluntariamente la palabra y el protagonismo político a los que ponen bombas, queman, chantajean y asesinan a ciuadanos". Por ello, el objetivo principal de los partidos debería ser "no dejarse condicionar" por la presión de la banda y no dejar en sus manos el desarrollo político y social vasco.


Por su parte, EA advirtió a ETA que "hace oídos sordos a la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca, que le exige reiteradamente que abanadone definitivamente la acción armada", mientras el portavoz de la Presidencia de EB, Mikel Arana, instó a ETA a acabar con su "macabra y despiadada" campaña de verano, denunciando el "silencio cómplice" de la izquierda abertzale ante estos hechos. Asimismo, el vicecoordinador de Aralar, Jon Abril, reprobó "sin paliativos" los atentados.


En la misma línea, el secretario general del PSE de Guipúzcoa, Iñaki Arriola, pidió a los demócratas mantener una "voluntad de acero" con la convicción de que los terroristas "responderán de sus crímenes". El portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, pidió combatir a ETA "en todas sus alias", comenzando por "quienes la representan en las instituciones".