EXTERIORES

El pulso de Aminetu

Su voz suena débil. Los ocho días en huelga de hambre comienzan a pasarle factura. Aminetu Haidar, que comprende el castellano mejor que lo habla, pasa el teléfono a una de las personas que acompañan su vigilia para que intermedie en la conversación. El aeropuerto de Lanzarote se ha convertido en su particular limbo.


Quiere regresar al Sáhara, pero España le ofrece dos alternativas, refugiada política o que acepte el pasaporte marroquí, y a las dos se niega.


"Me siento indignada y humillada con este tipo de propuestas, ya que yo no he llegado a Lanzarote como refugiada, sino expulsada, contra mi voluntad, de mi propio país por parte del gobierno ocupante del Sahara Occidental", explica Aminetu. En cuanto a la tramitación del nuevo salvoconducto, la activista opina que se trata de una "humillación más". Ella quiere, simplemente, que le devuelvan el documento que le quitaron.


Un pasaporte que fue fruto de la presión social e internacional.


Marruecos no le concedió el visado para salir hasta 2006. Un gestó que coincidió con la denominada 'intifada saharaui' y con la concesión de varios premios y reconocimientos internacionales a esta valerosa mujer. El pasaporte, obviamente, era marroquí, una nacionalidad que ella rechaza. El pasado 14 de noviembre, puso 'saharaui' en la casilla correspondiente a la 'nacionalidad' en el documento que exige Marruecos a todo persona que entre en su territorio.


El Gobierno de Rabat le retiró su pasaporte el pasado 14 de noviembre, cuando regresaba de Nueva York tras recoger el premio al Coraje Civil otorgado por una fundación afín al presidente norteamericano, Barack Obama. Las autoridades del país alauita le ofrecen otro, pero ponen como condición que acuda a un consulado y rellene los formularios como una súbdita más de Marruecos.


España, por su parte, estaría dispuesta a concederle el estatus de refugiada política. El ministro Miguel Ángel Moratinos anhela poner fin a un episodio que incomoda a la diplomacia española. "¿Es que tienen otra solución (refugiada o pasaporte marroquí)?.


Díganmela". De esta manera, el ministro solicitaba este lunes en el Parlamento a los grupos de la oposición que aportasen ideas para solucionar esta controversia. El Ejecutivo de Rodríguez Zapatero sólo baraja, de momento, dos opciones: nuevo pasaporte o exilio.


Moratinos se irritó, cuando le acusan de "traidor" o "promarroquí".


Enfatizó que ha dado "sobradas muestras" de defender al pueblo saharaui durante su trayectoria política.


Aminetu Haidar, entretanto, mantenía un día más su huelga de hambre, pese a que los signos de fatiga son evidentes tras más de una semana sin ingerir alimentos sólidos. Sólo bebe agua con azúcar, lo que provoca que pierda una media de 300 gramos al día, según el médico que le visita a diario en el aeródromo de Lanzarote.


En El Aaiún aguardan con preocupación el regreso de Aminetu.


Sobre todo sus hijos, de 13 y 16 años, su madre y el resto de su familia. Ellos mejor que nadie conocen la determinación de esta defensora de los derechos humanos cuando comienza una 'batalla', pero también son conscientes de sus problemas de salud: una notoria desviación de la columna vertebral, vista disminuida y una úlcera sangrante. Males que arrastra desde los 21 años (ahora tiene 43), cuando fue encarcelada en una prisión marroquí en condiciones inhumanas. Permaneció cuatro años en una celda plagada de insectos, vendada y duchada en el mismo habitáculo con agua fría. Y todo, según cuenta ella misma, por querer entregar a una delegación de la ONU un manifiesto en favor de la independencia del Sáhara.