CRISIS EN EL PP

El PSOE afirma que Rajoy traga ahora "la misma medicina" que suministró al Gobierno

Dirigentes del PP afirman que las manifestaciones ante la sede son "cutres y ridículas". La segunda concentración ante la sede del partido acaba en un fiasco.

El PSOE considera que el acoso que sufre Mariano Rajoy desde los sectores más radicales del PP es la consecuencia lógica de lo que él mismo "alimentó" en los últimos cuatro años. El secretario de Organización de los socialistas, José Blanco, señaló que el líder opositor tiene que tragar ahora "su propia medicina". Los dirigentes del PP, entretanto, trataron de poner tierra de por medio de las concentraciones contra su presidente ante la sede del partido, unas protestas que tacharon de "cutres y ridículas".


El 'número dos' del partido gubernamental no se apiadó de Rajoy porque es "víctima de lo que alimentó, preconizó, hizo o dejo hacer" en la pasada legislatura. Blanco señaló en la reunión del comité federal de las Juventudes Socialistas que el presidente del PP soporta "la misma radicalidad" que instrumentalizó para "atacar al Gobierno, dividir a la sociedad y crispar la vida política" en los últimos cuatro años.


El dirigente socialista señaló que el presidente del PP "está probando la misma medicina que ha estado suministrando a la sociedad durante tanto tiempo". Ahora, prosiguió, experimenta en primera persona la venganza de los sectores duros de su partido que "usan el terrorismo y las víctimas" para erosionarle como éste hizo con el PSOE. "Hizo una oposición irresponsable y ahora es víctima de su propia irresponsabilidad", sentenció.


El secretario de Organización indicó que no quería inmiscuirse en los problemas internos del partido opositor, pero confesó que "lo mejor" para el PSOE es que Rajoy "esté mucho tiempo al frente del PP" aunque no sea "lo mejor para España". Contrapuso además el congreso "de debate de ideas, de reformas" que celebrará su partido en julio con el que tendrán los populares un mes antes "para mirarse al ombligo, para resolver sus problemas en lugar de resolver los de los ciudadanos".


El diputado socialista Eduardo Madina coincidió con Rajoy en que el PP no hay un debate ideológico sino "una lucha por el poder". Se mostró asimismo sorprendido por la controversia entre el líder opositor y María San Gil porque ambos han sido "los diseñadores de la derecha más derecha que hemos visto en 30 años de democracia". Madina confesó en la Sexta que no sabe "muy en qué discrepan".


También terció en la polémica el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, quien apuntó que en el PP pugnan "la extrema derecha y la derecha a secas". El líder de la coalición confió en que de la crisis salga "una derecha normalizada" porque es la que "todos necesitamos".

Deterioro


Los dirigentes del PP, entretanto, trataron de poner distancia con las protestas ante la sede de la calle Génova. El secretario general de los populares madrileños, Francisco Granados, lamentó la celebración de esas concentraciones porque "no son el mejor sistema para expresar las discrepancias" y evidencia "el deterioro" que sufre el partido.


El presidente del PP de Cataluña, Daniel Sirera, tachó de "ridículas" las protestas y reclamó a las personas que están detrás de las protestas que "no trasladen discrepancias internas al ámbito de la calle". Pese a todo, Sirera negó que su partido atraviese una crisis y atribuyó las controversias a las tensiones propias de una etapa precongresual. El portavoz del PP en el Parlamento vasco, Leopoldo Barreda, también rechazó las concentraciones de la calle Génova porque dan "una imagen cutre" del partido.


La segunda protesta celebrada este sábado ante el edificio del PP fue un fiasco. Pese a que el clima acompañaba mucho más que el viernes, apenas unas pocas decenas de personas se concentró a la entrada del inmueble. Se repitieron los gritos de 'Rajoy dimisión' y 'Gallardón dimisión', así como las peticiones para que ambos abandonen las filas populares. Los manifestantes se disolvieron enseguida en vista del escaso eco de la anónima convocatoria.