CORRUPCIÓN

El cerebro del 'caso guateque': "Sólo se adelantaban los expedientes que decían los políticos"

Victoriano Ceballos, rompió su silencio sin reparos a tres meses de jubilarse como jefe de Impacto Medioambiental del Consistorio.

El presunto cerebro de la trama de corrupción en el Ayuntamiento de Madrid, Victoriano Ceballos, rompió su silencio sin reparos a tres meses de jubilarse como jefe de Impacto Medioambiental del Consistorio, puesto del que está suspendido de empleo y sueldo por su implicación en la trama. Según Ceballos, en la Concejalía de Medio Ambiente "sólo se adelantaban los expedientes que decían los políticos que se adelantaran".


"El concejal se lo pedía al director general; el director general a Joaquín (Fernández de Castro, jefe de departamento de Evaluación Ambiental) y Joaquín a mí", aseveró en los pasillos de los Juzgado de Plaza de Castilla, donde acudió para mantener un cara a cara con Fernández de Castro y un ingeniero de Urbanismo a propósito de aclarar en el primer caso la filtración de una carta a un diario nacional y, en el segundo, la existencia de contradicciones en sus respectivas declaraciones.


Bajo la mirada atenta de su abogado y de los periodistas congregados, Ceballos se despachó abiertamente. Entre otros puntos, habló sin pelos en la lengua sobre las prácticas habituales de la Concejalía en la tramitación de expedientes en el Ayuntamiento para la concesión de licencias.


Según explicó, uno de los mecanismos más comunes a la hora de sacar adelante los expedientes era seguir las órdenes de "los políticos". "Si en la ficha ponía adelantar por orden de... se hacía. Es normal que se adelanten expedientes. La cadena de mando funciona así, preguntádselo a los políticos. Ese poder no lo tenemos los funcionarios", abundó.


Otra de las vías era, señaló Ceballos, que "gente pesada" iba a hablar con el director general para "llorarle". "Eso era efectivo. De hecho, a veces mandaban que se saltaran los trámites de otros expedientes que iban antes", apuntó. "La gente se inventaba cualquier cuento para sacar adelante su licencia", desveló.


Críticas al Ayuntamiento

El jefe de División de Impacto criticó que el Ayuntamiento de Madrid les haya dado la espalda desde el primer minuto que estalló el escándalo. "Nos ha dejado solos y suspendidos de empleo y sueldo. Más que solos, solitos", insistió. Y se preguntó: "no sabemos por qué se llega a este extremo a dos meses de las elecciones".


En este punto, reveló que cuando se destapó la supuesta trama los expedientes en la Concejalía de Medio Ambiente estaban al día, una vez que se produjo la contratación en junio de 2007 de 12 técnicos de apoyo de Tragsatec, la empresa que realizará ahora una auditoría interna, por orden judicial, para conocer la tramitación de algunos de los expedientes sospechosos en la investigación.


"Anteriormente había un atasco monumental. Los atrasos eran de hasta dos años. El pasado 10 de noviembre los expedientes estaban al día. Y no había problemas para resolver los expedientes", esgrimió.


Pese a todo, Ceballos manifestó estar tranquilo porque, indicó, "no hay nada de lo que se dice". "Si tuviera dinero no tendría a mi hijo poniendo bordillos en la calle desde las 9:00 hasta las 19:00 horas", indicó Ceballos, al tiempo que añadió irónicamente "soy un corrupto de 3.000 euros", restando importancia a la investigación.


En cuanto a su imputación, el supuesto 'cerebro' de la trama se mostró convencido de que "algún día se aclarara todo". "El daño que se ha hecho es tremendo. Se aclarará pronto", deseó. Además, agradeció el poyo de sus amigos y familiares a la hora de reunir en unas horas los 60.000 euros de fianza establecido por el juez Torres para eludir la prisión.


"Joaquín es un bendito"

Otra de las cuestiones aclaradas por Ceballos se refiere a una carta supuestamente enviada por Fernández de Castro desde la prisión de Alcalá Meco, donde ambos estuvieron encarcelados durante 73 días, en la que le acusaba de ser "el único chorizo". Su estancia en la cárcel ha dejado huella. Fernández de Castro ha perdido cerca de 10 kilos, mientras que el aspecto de Ceballos está visiblemente desmejorado.


Mientras que el autor de la misiva se limitó a señalar que no tenía ni idea de la carta, Ceballos desmintió que hubiera sido escrita por su jefe. "Joaquín es un bendito. Es una persona con profundas convicciones religiosas y con cultura. Joaquín no ha podido escribir esa carta", apostilló. "Creo que se ha manipulado. Cuando salió la carta en la prensa Joaquín y yo nos preguntamos de dónde había salido la carta", dijo.


De hecho, el breve cara a cara que mantuvieron Ceballos y Fernández de Castro, de unos cinco minutos, se centró exclusivamente en la filtración de la citada carta al diario 'El País'. Según los abogados, ambos sostuvieron que no tenían nada que ver con ese asunto.


"Todo ha sido una broma"


El careo que mantuvo Ceballos con David Jiménez, ingeniero adscrito a la Gerencia de Urbanismo, se debe a una conversación telefónica requisada por la Guardia Civil en la que hablan sobre el reparto de 6.000 euros por la licencia del bar 'Jaleo', situado en la calle Orense de la capital. En la conversación, acuerdan quedarse cada uno con 2.500 euros y dar otros 1.000 euros a una funcionaria de la Junta Municipal de Tetuán por sus trámites.


Al salir del encuentro, que duró cerca de cuarenta minutos, el abogado de Jiménez, Alberto Duque, manifestó a los periodistas que todo había sido "una broma" de su cliente, en libertad bajo fianza de 3.000 euros, y se quejó de que ahora se quiera "elevar" la invención a "categoría de delito".


El propio Ceballos certificó a los periodistas que nunca llegó a hacer caso a David sobre el contenido de la conversación". "No tengo la certeza de que David me llamara para eso. No le hice ni puto caso", aseveró, matizando seguidamente que el mismo dictó un informe desfavorable contra el expediente de licencia del mencionado bar.