ANIVERSARIO DEL 11-M

El boicot del PSOE a la presidenta de Madrid enturbia el quinto aniversario del 11-M

El PP hizo a su vez el vacío a la asociación mayoritaria de víctimas de los atentados. El Gobierno olvidó organizar un gran homenaje unitario. Los colectivos de afectados recordaron por separado la fecha de los atentados en una jornada con conmemoraciones austeras y deslucidas.

Homenaje en Madrid
El boicot del PSOE a la presidenta de Madrid enturbia el quinto aniversario del 11-M
EFE

Los actos en recuerdo de los atentados del 11-M celebrados en Madrid fueron cualquier cosa menos una muestra de unidad frente al terrorismo. El boicot de los socialistas a los actos organizados por la Comunidad de Madrid en recuerdo de los 192 asesinados hace ahora cinco años enturbió unas celebraciones ya de por sí deslucidas, marcadas por la austeridad y en las que faltó un gran homenaje institucional que aglutinara a todos para recordar a las víctimas del mayor atentado terrorista de la historia de Europa.


Sólo en territorio madrileño hubo más de una docena de pequeños actos dispersos y teñidos por la polémica. La crispación alcanzó incluso a las asociaciones de víctimas, que ni siquiera lograron ponerse de acuerdo para honrar juntas la memoria de los suyos.


La negativa del Partido Socialista de Madrid a participar en el homenaje del Gobierno de Esperanza Aguirre como forma de protesta por el carpetazo a la comisión de investigación de la trama del espionaje desencadenó los acontecimientos. La dirección socialista convocó a todos sus dirigentes al boicot, y su ausencia fue patente. La presidenta madrileña, arropada por todo su equipo y el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz Gallardón, depositó una corona de laurel junto a la placa que conmemora los atentados en la fachada de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno autonómico, en la Puerta del Sol, mientras sonaba el Requiem de Mozart y el himno nacional.


La portavoz de IU en la comunidad, Inés Sabanés, sí asistió al acto, al igual que el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Juan Antonio García Casquero. La representación del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en este homenaje se limitó a la delegada del Gobierno en la comunidad, Soledad Mestre.


Los ataques del PP al PSOE no se hicieron esperar. Aguirre acusó a los socialistas de hacer un «feo» a las víctimas y de equivocarse al «mezclar las discrepancias políticas» con el homenaje a los fallecidos y heridos. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tildó de «mezquinos» a los socialistas y les reprochó su «indignidad» por «usar el terrorismo como argumento político».

Al margen


En la puerta del Sol tampoco hubo representación de la mayoritaria Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, que preside Pilar Manjón y que mantiene habituales desencuentros con la Comunidad de Madrid. Este colectivo celebró su particular homenaje horas después. Frente al número 30 de la calle Téllez, junto a la Estación de Atocha, escenario de la explosión de uno de los cuatro de los trenes atacados, no estuvo ni un solo representante del PP, ni de la Comunidad de Madrid, ni de la AVT, ni de la Asociación de Ayuda al 11-M, enfrentada a Manjón.


En cambio, sí asistieron representantes de Izquierda Unida, como Cayo Lara, y del Gobierno. El director general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, José Manuel Rodríguez Uribes, y la presidenta de la Fundación de Víctimas, Maite Pagazaurtundua, depositaron un ramo de flores junto al punto donde estalló el tren. La asociación de afectados, acompañada de un centenar largo de personas, rindió homenaje a los fallecidos con poemas, rosas blancas y una suelta de 192 globos, uno por cada fallecido en los ataques de hace cinco años.


Casi al mismo tiempo, muy cerca, en el Bosque del Recuerdo del Parque del Retiro, otrora escenario de los actos unitarios de recuerdo a las víctimas del 11-M, la AVT y la Red Europea de Víctimas del Terrorismo dieron el contrapunto a la asociación de Manjón. Como era de esperar, ni un solo miembro del Ejecutivo, del PSOE o de IU acudió a esa convocatoria. Sí estuvieron, junto a unas 300 personas, los diputados del PP Alfonso Alonso e Ignacio Cosidó y la parlamentaria de UPyD Rosa Díez. Los tres aprovecharon para criticar el olvido del Gobierno a la hora de organizar un gran acto institucional.

Contraprogramación


Como si de una batalla por los índices de audiencia se tratase, los sindicatos mayoritarios y la Unión de Actores de Madrid habían contraprogramado casi a la misma hora con otro acto de recuerdo en las proximidades de Atocha. También en esta ocasión se cumplió el guión: ni sombra del PP o de la Comunidad de Madrid y presencia de Manjón y de socialistas como el secretario general de la PSM, Tomás Gómez, quien se encargó de justificar su ausencia en el acto de Aguirre por su «falta de respeto institucional». Sus críticas no fueron las únicas a Aguirre.


La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y el alcalde Ruiz-Gallardón presidieron otro homenaje en la estación, distinto al anterior. Bajo el gran monumento a las víctimas, ambos depositaron una corona de flores en presencia de los portavoces de todos los grupos del ayuntamiento. Parecía que iba a ser la única celebración exenta de polémica, pero la prohibición de participar en el homenaje a varios familiares directos de las víctimas tiñó también de controversia el evento.


Menos polémicos fueron los minutos de silencio en el Congreso y en el Senado o el homenaje que Leganés rindió al 'geo' Francisco Javier Torronteras, muerto en la explosión en la que se suicidaron los terroristas, o los actos con los que los municipios del Corredor del Henares recordaron a sus vecinos muertos en los trenes aquella mañana de infierno.


Un concierto en el Auditorio Nacional en homenaje a las víctimas presidido por los Príncipes de Asturias, al que asistieron Magdalena Álvarez y Mariano Rajoy, intentó maquillar la imagen de desunión y crispación de toda la deslucida jornada.