SENTENCIA

Condenados los dos mossos d'Esquadra que pegaron y vejaron a un detenido

La Audiencia de Barcelona ha condenado a seis meses de prisión por un delito contra la integridad moral y a una multa de 450 euros por una falta de lesiones a cada uno de los dos mossos d'Esquadra que pegaron y humillaron a un hombre que fue detenido por presuntamente robar a unas turistas en el barrio de la Barceloneta de la capital catalana.


La Sección Octava considera que "no existe ninguna duda acerca de la conducta prepotente, desproporcionada y vejatoria que desplegaron los acusados". Sin embargo, no califica el delito como grave porque en la conducta de los mossos "primó el afán de conseguir a cualquier precio encontrar a los presuntos agresores de las chicas", que habían huido.


Los hechos se remontan a las 1.35 horas del 1 de octubre de 2006, cuando los dos agentes se encontraban en la calle Judici y dos turistas estadounidenses les explicaron que un grupo de jóvenes las había abordado y amenazado con una navaja, y le había tocado el pecho y el culo a una de ellas.


Mientras las acompañaban en el coche policial a la comisaría de la calle Nou de la Rambla, las chicas señalaron a tres jóvenes que paseaban por la calle Ginebra como presuntos autores del atraco, por lo que los agentes procedieron a detenerles. El único que pudo ser arrestado fue Javier G.R., quien negó reiteradamente las acusaciones mientras era inmovilizado contra la pared.


"Todo el mundo dice que nos equivocamos, tú te vas a comer una agresión sexual con arma", le espetó el agente --según la sentencia-- antes de esposarle, abofetearle, darle patadas cuando cayó al suelo y meterlo "bruscamente" en el vehículo policial pese a que, el hombre "no mostró nunca ningún tipo de resistencia activa ni pasiva".


Posteriormente, Javier G.R. fue trasladado a la comisaría de Les Corts, donde a la mañana siguiente quedó en libertad sin cargos y no se tomó declaración a las jóvenes por la actitud "desenfadada y poco seria en relación a la denuncia" que mantuvieron en las dependencias policiales.


Durante el juicio, los agentes "no ofrecieron ni una versión mínimamente creíble exculpatoria, limitándose a extrañarse y comentar que ni forcejearon", y su defensa dijo que las "magulladuras" se debían a las esposas.


Es por ello que el tribunal ha condenado a cada uno de los agentes a seis meses de prisión y a dos años de inhabilitación especial para el ejercicio de empleo público, así como a pagar una multa de 450 euros por una falta de lesiones. Los procesados no deberán indemnizar a Javier R.G. porque éste renunció. "No quiero dinero, quiero que aprendan un poco más y que no les den la placa tan rápido", dijo durante la vista.

Detención ilegal justificada 


Los procesados también detuvieron a una mujer que presenció la agresión, Eva M.S., porque, según ellos, supuestamente ayudó a escapar a dos de los sospechosos. En este caso, el fiscal no acusó los mossos ni a su superior porque los tres creyeron erróneamente que podían detenerla por delito de encubrimiento.


Eva M.S. también fue trasladada a la comisaría de Les Corts, donde supuestamente un superior ordenó a una mossa que le realizara un registro integral, y fue desnudada a tal fin. Este tipo de cacheos, "desproporcionados" para un delito de encubrimiento, deben anotarse en un libro, pero no consta que así se hiciera, si bien "es lógico pensar que si se practica un registro corporal indebido no se haga constar".


El fiscal no presentó cargos contra ninguno de los tres mossos ni su superior por la falta de pruebas y porque la versión de la mujer "plantea ciertas dudas". De ahí que la sentencia no haga mención alguna al respecto.