SALUD

Cataluña estudia implantar la píldora para abortar antes de las siete semanas de gestación

El fármaco RU-486 se ofrecerá en los 42 centros de asistencia sexual de la comunidadLa medida podría entrar en vigor en 2011.

La mitad de los abortos que se practican en Cataluña podrían hacerse en casa con una simple pastilla. Esta es la intención del Departamento de Salud de la Generalitat, que pretende evitar de esta forma el posible colapso de los hospitales, ante la nueva ley de interrupción voluntaria del embarazo, que entrará en vigor el próximo 5 de julio y que prevé que el aborto sea atendido en la red sanitaria pública como cualquier otra prestación.

La píldora abortiva en cuestión, que nada tiene que ver con la del día siguiente, es la RU-486, y según cálculos de la Generalitat podría ser útil en el 50% de las solicitantes de aborto, unas 13.000 mujeres al año en la comunidad catalana, aquellas que interrumpen su gestación antes de la séptima semana de embarazo.

La pastilla se ofrecería en los 42 centros de asistencia sexual y reproductiva que existen en Cataluña, servicios atendidos por ginecólogos, comadronas y psicólogos a los que se accede a través del médico de familia. Aunque la medida cuenta con una amplia aprobación entre los ginecólogos, de momento solo está en estudio, según afirmó la consejera Marina Geli. "Aún no hay ninguna decisión tomada, estamos revisando las pruebas realizadas en Francia, Suecia y Australia, pero sí creemos que su administración dentro de los supuestos contemplados en la ley sería útil, segura y eficaz", señaló. "Probablemente", dijo Geli, la medida podría entrar en vigor a partir del año que viene.

Antes de su aplicación, la Generalitat emprenderá un intenso plan formativo entre los ginecólogos de asistencia primaria que gestionarán la administración del fármaco abortivo, con el fin de asegurar el buen uso de una pastilla. Y es que, esta píldora tiene sensibles efectos secundarios, como hemorragias, algunas tan fuertes que requieren transfusiones de sangre en el 5% de los casos, así como problemas cardiovasculares, deformaciones fetales en caso de que el aborto no se lleve a término y secuelas psíquicas en las receptoras.

La pastilla abortiva RU-486 se empezó a comercializar hace más de 15 años en Europa y EE. UU., y su uso se extendió de forma muy desigual. En Suecia, la píldora es en la actualidad el método que emplean el 80% de las mujeres que abortan.

Cobertura pública

Por otro lado, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública subrayó ayer la necesidad de proporcionar cobertura del aborto en la sanidad pública, "incluyéndolo explícitamente en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud y asegurando los recursos profesionales para su atención".

Este colectivo asegura que, si no se establecen estos criterios, "los problemas serán recurrentes y el derecho de las mujeres al aborto estará en manos de los vaivenes políticos y del poder de los fanáticos religiosos".