Francisco Camps afirmó que el PP de la Comunidad Valenciana, sacudido por una presunta financiación ilegal, es "una referencia de buenas prácticas" para "el PP de España". El presidente de Valencia hizo esta afirmación durante el debate de política general en las Cortes Valencianas, que pese a sus esfuerzos por desligarlo del 'caso Gürtel' giró en buena medida en torno a la trama corrupta.

Ajeno, en apariencia, a la zozobra que se vive en la dirección nacional de su partido, Camps aseguró que Mariano Rajoy "confía" en los populares valencianos, y en lo que a él respecta dijo estar tranquilo. "Tengo conciencia y cumplo la ley", aseguró. Además, afirmó, la supuesta financiación ilegal de su partido y todos los detalles del 'caso Gürtel' que se han conocido no figuran entre las preocupaciones "reales" de los ciudadanos, lo que inquieta, dijo, es "el paro, la sanidad, la educación y el bienestar".

El secretario general del PP y portavoz en las Cortes, Ricardo Costa, informó antes del debate que ha dado cumplida respuesta a las medidas "contundentes" pedidas el lunes por la dirección nacional. A saber, se ha solicitado una auditoría externa de las finanzas de los populares valencianos, se ha enviado la contabilidad al Tribunal de Cuentas, se ha presentado una denuncia contra los autores del informe policial sobre la presunta corrupción y se ha solicitado la creación de una comisión parlamentaria de investigación. Lo que no ha habido son dimisiones ni destituciones.

El portavoz socialista, Ángel Luna, rechazó todas las explicaciones de Camps, al que consideró "responsable" de las relaciones mercantiles de la Generalitat con Orange Market, la empresa de Álvaro Pérez, 'el Bigotes', y vaticinó que todavía quedan muchos datos de las corruptelas por aflorar. "Haga lo que tenga que hacer, márchese, disuelva las Corts, convoque elecciones (anticipadas) y que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana digan lo que tienen que decir", espetó el portavoz socialista.