VELO ISLÁMICO

Barcelona también acota el uso del burka

La capital catalana se suma a Tarragona, Lérida y El Vendrell y prohibirá llevar el velo islámico integral en los edificios municipales, donde el alcalde Hereu prevé impedir además los pasamontañas y los cascos de moto.

Una mujer con hiyad abandona el pleno del Ayuntamiento de Tarragona, ayer.
Barcelona también acota el uso del burka
JAUME SELLART / EFE

La ola abolicionista se extiende como una mancha de aceite en Cataluña. Por seguridad y en defensa de la igualdad de género, Barcelona y Tarragona se unieron ayer a Lérida y El Vendrell y anunciaron que prohibirán el uso del burka y el niqab -velos islámicos integrales- en los edificios municipales. Gerona, en cambio, tumbó una iniciativa similar del PP. Durante el mes de junio, otras ocho localidades (Reus, Mollet del Vallés, Cunit, Tarrasa, Balaguer, Manresa, Vic y Olot) votarán mociones de este tipo.


Aunque la Generalitat, y su presidente a la cabeza, han afirmado por activa y por pasiva que la presencia de estas prendas no es un problema todavía en la sociedad catalana, tanto el PSC de Barcelona como el de Tarragona desoyeron a sus líderes y votaron a favor del veto al velo islámico integral.


En Barcelona, el alcalde, Jordi Hereu, anunció que impedirá en inmuebles de titularidad local la utilización no solo del burka y el niqab, sino también de todo tipo de elementos que impidan identificar a las personas, como pasamontañas o cascos de moto. La prohibición se impondrá mediante un decreto de la alcaldía, con lo que no deberá ser discutida en comisión ni en el pleno municipal, ya que uno de los socios de Hereu, Iniciativa per Catalunya, se opone al veto, y el equipo de Gobierno no quería mostrar su división en una votación plenaria.


El alcalde barcelonés afirmó que la medida, que podría entrar en vigor después del verano, servirá para "regular y homogeneizar el uso y acceso de los equipamientos municipales, a partir de un principio básico como es la identificación de la persona". El reglamento afectará a mercados, bibliotecas, centros cívicos, guarderías, museos, polideportivos y centros sociales. Esta prohibición "no es un atentado contra ninguna creencia religiosa, Barcelona valora la diferencia, pero aquella que es compatible con los valores de la ciudad", dijo el alcalde.


Es por seguridad y por ser una expresión "de sentido común", añadió. "No es posible entrar en un equipamiento y que no se permita la identificación", remató.


Regular algo que no existe


Hereu, que se encuentra en una situación política muy delicada, con las encuestas muy desfavorables y sometido a continuos rumores que apuntan que el año que viene podría no encabezar las listas socialistas a la alcaldía de la capital catalana, anunció la próxima aprobación del decreto de alcaldía tras la reunión de la comisión política de inmigración. En ella, los grupos debatieron un informe encargado a los servicios jurídicos municipales y concluyeron que el Consistorio no puede prohibir los velos integrales en la calle, pero sí en los equipamientos del Ayuntamiento.


Iniciativa argumentó su negativa a la prohibición en que "no tiene sentido regular una realidad que no existe y que no es percibida como problemática por el conjunto de las personas", según Ricard Gomà, número dos en el ayuntamiento. "No caeremos en la trampa de situarnos en la agenda de la derecha con actitudes y prácticas xenófobas", remató.


CiU y el PP, en cambio, consideraron insuficiente el anuncio de Hereu y pidieron que la prohibición se aplique también en la vía pública. En línea con la recomendación del informe jurídico, el alcalde elevará la petición al Gobierno central y a la Generalitat. "Desde un ámbito municipal no se puede regular la prohibición del burka y el niqab a partir de ordenanzas municipales. Esto precisa de leyes de ordenamiento jurídico general".


Tarragona también dio luz verde a una iniciativa similar, pero en este caso la aprobó su pleno municipal con los votos a favor del PSC, CiU y PP. Esquerra Republicana, socio de Gobierno del PSC en el Ayuntamiento tarraconense, votó en contra. En Tarragona, solo tres mujeres usan el velo integral, y por eso algunos colectivos consideran que el debate es muy forzado.


Los colectivos musulmanes en Cataluña ya han anunciado que recurrirán las prohibiciones municipales al Tribunal Constitucional.