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Aznar guarda silencio sobre la situación del Partido Popular

Asegura que no tenía que "pedir perdón" por defender los valores de la sociedad occidental y reivindicando la relación atlántica. "Nuestro futuro y nuestra seguridad dependen de que esa relación sea muy fuerte y muy poderosa".

El ex jefe del Ejecutivo José María Aznar criticó, durante la clausura del ciclo de conferencias de Pla organizado por la Obra Social de la Caixa, que se tilde de "anticatalán" al Partido Popular por no estar de acuerdo con "lo políticamente correcto" y "esa rara unanimidad" que "algunos quieren establecer" en torno al Estatuto de Cataluña, lo que, a su juicio, no es el "camino recomendado ni adecuado". Además, evitó pronunciarse sobre la situación interna que vive su partido y, de hecho, recordó que ya no es un dirigente político "aunque algunos lo crean".


Durante el acto, Aznar aprovechó para defender los Pactos de Majestic que selló con CiU en 1996 y que, según subrayó, dieron "un gran resultado para Cataluña y para España". "Y se cumplieron al 100 por cien. No había nada debajo de la mesa", enfatizó.


En este sentido, el también presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) recalcó que "ahora que se habla tanto de financiación", con el último gobierno del PP "aumentó la financiación en Catalunya un 33 por ciento cada año".


Aznar, que definió a Cataluña como "un país extraordinario, con una enorme capacidad, una gran historia, gran cultura y gran lengua", afirmó que desearía que el futuro se dirimiera entre los que se consideran más socialistas o más liberales pero "no entre más nacionalismo y más nacionalismo", de forma que el que se oponga sea considerado "un anticatalán".


Además, aseguró que no tenía que "pedir perdón" por defender los valores de la sociedad occidental y reivindicando la relación atlántica. "Nuestro futuro y nuestra seguridad dependen de que esa relación sea muy fuerte y muy poderosa", aseveró.


El ex presidente del Gobierno confesó que fue su propio carácter, "tendente al intimismo" y en el que "sobresale la observación", el que le acercó en su juventud al escritor ampurdanés. "Pla era un gran observador obsesivo", proclamó, para recordar que en un momento de su obra llegó a decir que "observar es más difícil que pensar".


Es más, admitió -aunque en ningún momento hizo ningún paralelismo con la situación actual del PP- que Pla con el paso de los años fue manifestado "escepticismo hacia la política", debido a la "sabiduría del observador" y porque "conocía más la naturaleza de algunas cosas que pasaban en la política".