El presidente de CiU, Artur Mas, negó ayer haber hecho favores al ex alto cargo de la federación Lluís Prenafeta en la trama de corrupción urbanística Pretoria, y arrojó además sospechas sobre el ex alcalde de Cerdanyola (Barcelona) Antoni Morral, de ICV.

Según consta en el sumario policial, Prenafeta se puso en contacto con Mas para pedirle que intercediese para favorecer alguno de sus negocios, hasta el punto de que el ex 'conseller' Macià Alavedra advirtió al propio Prenafeta de que estos contactos podían influir negativamente en el resultado electoral de CiU: "Escucha, a este niño al final no le dejaremos ganar las elecciones si hacemos el burro", afirmó el ex alto cargo, en referencia a Mas.

En declaraciones a TV3, Mas reconoció que Prenafeta le llamó para pedirle un teléfono. "Una persona, que (Prenafeta) no me dijo quién era, estaba interesada en contactar con el grupo municipal de CiU en Cerdanyola", explicó Mas. Según el dirigente nacionalista, "había un empresario que quería hacer una cosa en Cerdanyola". Mientras "el grupo de CiU se opuso" a la operación, en cambio "el alcalde de ICV dijo que sí", dijo.