La Fiscalía ve "indicios de toxicidad" en el vertido de toneladas de pélets en las costas gallegas

El buque 'Toconao' perdió 26,3 toneladas de estas bolas de plástico y contenedores con neumáticos y papel film. El Ministerio Público abre diligencias para investigar el vertido.

Voluntarios limpian una playa en La Coruña
Voluntarios limpian una playa en La Coruña
EP

La Unidad Especializada en Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado indagará el vertido de ingentes cantidades de pélets de plástico en al menos una treintena de playas gallegas y que también han llegado al litoral asturiano. El Ministerio Público ya inició un expediente de seguimiento de la situación el pasado 4 de enero y este lunes anunció que ha abierto diligencias de investigación para determinar si puede haber incluso alguna responsabilidad penal.

Los pélets, unos microplásticos que se emplean para fabricar otros productos de plástico, como bolsas, botellas y envases, eran transportados por un mercante que perdió parte de su carga el 8 de diciembre en aguas portuguesas. Cinco días después el número de emergencias 112 de Galicia recibió las primeras llamadas alertando de la llegada del vertido a las costas gallegas.

La investigación de la Fiscalía llega en pleno cruce de reproches entre las Administraciones central y autonómica, que se acusan mutuamente de «inacción» tratando de 'calentar' el ambiente de cara a las elecciones gallegas del próximo 18 de febrero.

Entretanto, las cofradías de pescadores y las organizaciones ecologistas han puesto el grito en el cielo. Algunas, como la gallega Arcos Iris, ha exigido al Gobierno que movilice a la Unidad Militar de Emergencias (UME) para ayudar en la limpieza de un «desastre ecológico» que compara con la catástrofe ambiental provocada por el buque Prestige el 13 de noviembre de 2002.

"Ni son biodegradables ni se eliminan"

Ahora, tras aquel lodazal de crudo, cientos de voluntarios han vuelto a movilizarse para limpiar los arenales gallegos de millones de estas diminutas bolitas de apenas cinco milímetros de diámetro (como lenteja). Armados de infinita paciencia y de cedazos, coladores de cocina, sacos, cubos..., cientos de voluntarios y operarios de la Xunta se afanan en cribar a mano la arena para separarlos tratando de evitar que queden enterrados en las playas.

El escrito preliminar del Ministerio Público afirma que estas bolas de plástico «presentan indicios de toxicidad, no son biodegradables y no pueden eliminarse». Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente de la Xunta sostiene que estos pélets, compuestos de tereftalato de polietileno (PET), «no son tóxicos ni peligrosos», por lo que ha descartado aumentar la alerta por contaminación marina al nivel 2. Si se alcanzase éste último, intervendría el Ejecutivo central y colaboraría en las tareas de limpieza, algo que la Administración regional «no ve necesario» por ahora.

Los pélets empezaron a llegar a las costas gallegas a mediados de diciembre y desde entonces la marea no ha parado. Eran transportados por el mercante Toconao, de bandera liberiana, que el 8 de diciembre perdió seis contenedores en el Atlántico cuando se desplazaba por aguas portuguesas, desde Algeciras al puerto de Róterdam, en Países Bajos.

Según afirmó este lunes el ministro de Transportes, Óscar Puente, en uno de esos contenedores de 28 toneladas de peso (los otros estaban cargados de neumáticos y piezas metálicas, que se han hundido en el océano) iban los pélets embalados en sacos de rafia. Muchos llegaron tal cual a las costas gallegas el 13 de diciembre, pero otros se rompieron desperdigando el material por toda la costa, desde Vigo y las Rías Baixas hasta Ferrol -según la Fiscalía, llegó también a Francia-.

Zonas marisqueras

Puente criticó que la Xunta no activara el plan de recogida hasta el 5 de enero cuando, según dijo, tenían información de lo ocurrido desde semanas antes. «Desde el día 13 se han sucedido los avisos al 112 por personas e instituciones que han avistado restos en las costas. ¿Al señor Rueda no le dan traslado de estos hechos? ¿Nadie en su equipo se entera de lo que sucede?», escribió el ministro en la red social X.

Antes, el presidente gallego, Alfonso Rueda, había afirmado que la primera comunicación oficial del Gobierno se produjo el 3 de enero. En todo caso, Puente dijo estar a la espera de que la Xunta «ejerza su competencia» y active el nivel 2 de emergencia por contaminación marina accidental, con el fin de poder brindarle «apoyo efectivo» en la recogida y limpieza de las playas.

El vertido, mientras, ha hecho saltar las alarmas en las zonas marisqueras de la ría de Muros y Noia, en la provincia de La Coruña. También ha encendido los ánimos de las organizaciones ecologistas, que denuncian «la contaminación» de la biodiversidad del litoral y los fondos marinos.

Distintas organizaciones ambientalistas y ayuntamientos se han hecho eco de la «pasividad» de las dos administraciones frente a lo que consideran «un desastre ambiental sin precedentes», que tendrá su impacto en la vida marina y en los ecosistemas del litoral gallego. Advierten del riesgo de que sus efectos «pueden hacerse notar a medio y largo plazo, comprometiendo la trazabilidad de la pesca y la acuicultura por su paso a la cadena trófica». En este sentido, recuerdan que los peces (también las aves) pueden ingerir estas bolitas al confundirlas con alimento y acabar así en el organismo humano.

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