La tercera parte de los chicos españoles de 12 y 13 años ha consumido alcohol alguna vez
La primera encuesta de adicciones hecha a los preadolescentes desvela que uno de cada cuatro ya ha inhalado el humo de cigarrillos electrónicos.
La primera encuesta de adicciones realizada a los preadolescentes españoles, a chicos de 12 y 13 años, revela una presencia de conductas de riesgo a tan temprana edad más alta de lo deseable. Estos estudiantes de primero y segundo de la ESO, recién salidos de Primaria, tienen porcentajes nada despreciables de consumo de alcohol y tasas preocupantes de inhalación de cigarrillos electrónicos. «Esperábamos conductas más prudentes», confiesa Joan Ramón Villalbí, delegado del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, el organismo del Ministerio de Sanidad que hizo el estudio con una muestra de 8.000 escolares, representativa del colectivo en todo el país.
La encuesta, que repite las preguntas del veterano informe Estudes, el que cada dos años chequea las adicciones de los jóvenes de 14 a 18 años, hace una primera constatación: más de un tercio de los españoles de 12 y 13 años ha tomado alcohol alguna vez en su vida. El 31% consumió estas bebidas en el último año y el 21,5%, uno de cada cinco, las tomó en el último mes, lo que ya es síntoma de un uso frecuente. «La mayoría todavía no toma alcohol, pero hay una proporción nada despreciable que sí lo hace», subraya Villalbí.
Hay una cantidad similar de niños y niñas que han probado el alcohol, aunque son más los chicos que lo hicieron en el último mes. Este desequilibrio se repite más adelante, pero justo del contrario. Con el paso a la adolescencia y la primera juventud, entre los alumnos de 14 a los 18 años, el consumo crece muy significativamente y quienes más beben son las chicas. El hábito de riesgo entre los preadolescentes es aún muy minoritario. Las borracheras o la participación en botellones no llegan al 3%. En los cinco años siguientes caerán en ambas prácticas lesivas el 20%.
El trabajo lanza un doble aviso a los padres. El primero, que estos niños consiguen las bebidas alcohólicas principalmente en su propia casa (33%) o en la de amigos o conocidos (41%), además de en tiendas de barrio (42%). El segundo, que el consumo entre los 12 y 13 años es mayor cuanto más elevado es el consumo entre sus progenitores.
La encuesta, que detecta un alto uso de bebidas energéticas entre los preadolescentes (38%), lo que ya supone un mal hábito de salud por su exceso en azúcar y estimulantes, indica además que un 10% de estos chicos las mezcla con alcohol, una práctica que luego se duplicará entre adolescentes y jóvenes.
Más fumadoras precoces
El segundo aspecto que genera más alarma es lo extendido que está el consumo de cigarrillos electrónicos, considerado por la mayoría de expertos como la puerta de entrada de los niños al tabaco. El 25%, uno de cada cuatro escolares de 12 y 13 años ha usado los vapeadores. Un 21% lo hizo en el último año y hasta un 11% lo hace con cierta regularidad, pues vapeó en el último mes.
«Son cifras sorprendentemente altas», avisa Villalbí. Y más si se tiene en cuenta el enorme salto de consumo que se produce entre los 12 y los 13 años, con el doble de vapeadores en el último mes entre los escolares con un año más. Pasan en solo doce meses del 7,6% de consumidores al 14,5%. Como se verá con el cigarrillo tradicional, este hábito pernicioso es mayor entre ellas.
Los preadolescentes españoles que han fumado (tabaco) alguna vez son el 8,5%, el 4% si solo se cuentan los que lo hicieron en el último mes. Estos porcentajes que se van a disparar en pocos años, pues quienes han fumado entre los 14 a 18 años oscilan entre el 30% y el 35% y los que lo hicieron el último mes son el 21%, cinco veces más que entre los niños. Quienes fuman más a todas las edades son las chicas.
El sondeo oficial también se ocupa de una de las nuevas adicciones sin sustancia, la originada por el consumo excesivo de internet (videojuegos, redes sociales o chats). El muestreo indica que los escolares de 12 y 13 años que realizan un uso problemático de los medios digitales son un 14,5%, una tasa que en el caso de las niñas escala hasta el 18%. La situaciones más graves se dan entre los que superan las dos horas enganchados a juegos cada día y, sobre todo, entre los que pasan de las cuatro.
De nuevo son las chicas quienes tienen un mayor uso problemático tanto en la preadolescencia (siete puntos más que ellos) como entre los 14 y los 18 años, con un 26%, cinco puntos y medio más que los varones.
