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La que come fruta y disfruta

Isabel Díaz Ayuso este miércoles durante el debate de investidura
Isabel Díaz Ayuso este miércoles durante el debate de investidura
Efe

El paisaje después de la batalla deja cadáveres (ahí yacen Belarra y Montero) y muchos heridos. Algunos tienen mal pronóstico. Paradójicamente, Alberto Núñez Feijóo ganó las elecciones pero perdió la partida. Y no solo la de la presidencia, me temo que también la de su partido. Tiene al enemigo en casa.

Isabel Díaz Ayuso come fruta y disfruta de los efectos en su organismo. La presidenta de Madrid es la indiscutible nueva lideresa del PP. Ha recogido el testigo de su maestra Esperanza Aguirre y lo ha mejorado con creces gracias a las discutibles habilidades de Miguel Ángel Rodríguez.

La presidenta de la Comunidad de Madrid llamó «hijo de puta» al que era presidente en funciones y candidato Pedro Sánchez, y nadie en su partido se atrevió a afearle el gesto. Y el gesto es feo e inadmisible. Pero ella es poderosa.

Lo cierto es que Díaz Ayuso gana puntos cada vez que abre la boca aunque lo que diga sea un dislate. Y de Feijóo, a pesar de mantener las formas y de haber hecho un buen discurso en el debate de investidura, solo permanece que confunde a Machado con Ismael Serrano.

Sánchez no juega limpio. Y Ayuso, tampoco. Entre ellos se entienden. Feijóo a su lado se diluye. Cuando los focos dejen de apuntar a Ferraz, Vox deje de vociferar y los ánimos se calmen, será inevitable que el PP se mire las heridas y piense en el futuro. Y el futuro popular tendrá esta vez nombre de mujer. Quizá ella sea la única que puede acabar con Vox.

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