La cara b de la cumbre de la UE en Granada, una velada con flamenco y sabor andalusí
Los líderes disfrutan en La Alhambra de un espectáculo antes de una cena con dos estrellas Michelin.
Cuando los sultanes nazaríes tenían su hogar en La Alhambra ya utilizaban sus impresionantes estancias para recibir a embajadores de medio mundo. La joya granadina está acostumbrada desde hace siglos a servir de escenario para la política internacional. Y este jueves lo ha vuelto a demostrar con la visita de casi medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno que participan en la III Cumbre de la Comunidad Política Europea y que recorrieron sus rincones más icónicos como parte -la más relajada- de la agenda oficial de este encuentro donde se abordan asuntos tan delicados como la guerra en Ucrania o la crisis migratoria. Un paseo por uno de los monumentos más visitados de España (casi 2,4 millones de turistas en 2022) en el que no ha faltado la clásica instantánea en el Patio de los Leones. Una foto de familia, en esta ocasión, más que numerosa.
Los Reyes se han unido allí a la comitiva europea, que encabezó Pedro Sánchez junto a su esposa, Begoña Gómez. Entre los gobernantes que entraban al Palacio de Carlos V -muchos acompañados de sus parejas- se descubrieron personalidades muy diferentes como turistas. Desde la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que atravesó el patio a toda velocidad, a su homólogo finlandés, Petteri Orpo, que repasó con su mirada cada columna. Otros, en cambio, se fijaron más en el estilismo del mandatario de Albania, Edil Rama, rematado por unas zapatillas deportivas. El último en llegar, fuera de hora, fue el jefe del Estado francés, Emmanuel Macron, cuando el resto admiraba ya los populares leones. Al presidente español en funciones no le dio tiempo a tomarse un selfi con él, pero sí se le vio fotografiarse con otros.
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— La Moncloa (@desdelamoncloa) October 5, 2023
Los líderes de la Comunidad Política Europea visitan los Palacios Nazaríes de la Alhambra, en Granada.
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Uno de los grandes protagonistas de la primera jornada fue el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que se reunió con Felipe VI antes de que los líderes europeos visitaran La Alhambra a puerta cerrada, un auténtico lujo que solo suelen tener los gatos silvestres que han hecho de este monumento su casa. El recinto permanecerá clausurado como parte de unas extremas medidas de seguridad que han movilizado a más de 5.000 efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional en la ciudad andaluza. El paso de los vecinos está regulado, la mayoría de comercios ha optado por bajar estos días la persiana y cada alcantarilla, una por una, se ha revisado a conciencia para una cumbre que en sus anteriores ediciones se celebró en Praga (República Checa) y Bulboaca (Moldavia). La idea fue de Macron.
Agenda paralela
Pero estos detalles que han puesto Granada patas arriba para garantizar que el encuentro fuera rodado han pasado desapercibidos para los invitados que disfrutaron este jueves de una velada con esencia local. Algunos quisieron sumergirse un poco más en la ciudad, como la primera dama de Rumanía, Carmen Iohannis, que visitó la Capilla Real, que alberga los restos de los Reyes Católicos. Tanto ella, como el resto de acompañantes de los líderes europeos, contaron con una agenda paralela a la cumbre, que incluyó un almuerzo en el Carmen de los Mártires.
Al recorrido por La Alhambra le siguió un espectáculo de flamenco con voces como las de Marina Heredia, hija del barrio del Albaicín y del cantaor gitano El Parrón; y una cena en el Parador de Granada a cargo del chef Paco Morales.
¿Qué comieron los líderes de la UE en la cumbre de Granada?
El menú de este dos estrellas Michelin, uno de los secretos mejor guardados de la noche, incluyó platos como el karim, una sopa que el propio cocinero considera precursora del salmorejo cordobés. Hasta ochenta personas se hicieron cargo del servicio para conquistar el estómago de los comensales, que se llevaron de recuerdo un estuche de aceite de oliva (ecológico, claro) y un abanico costeados por el Ministerio de la Presidencia.
La factura de la cena con sabor andalusí ronda los 140.000 euros.
