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Sánchez exhibirá músculo internacional a la espera de su oportunidad para la investidura

El presidente en funciones intervendrá ante la Asamblea de la ONU y recibirá en Granada a los principales líderes europeos.

Pedro Sánchez el pasado martes en la Moncloa.
Pedro Sánchez el pasado martes en la Moncloa.
EP

Pedro Sánchez está dispuesto a exprimir al máximo su escaparate como líder internacional para obtener réditos en la política doméstica. De momento, podrá completar su mandato como presidente rotatorio de la Unión Europea, ya que de darse una repetición electoral se produciría el 14 de enero.

El líder socialista aprovechará el tiempo que tiene por delante como presidente en funciones para acentuar su perfil exterior, una baza que ya jugó ante el 23-J pero que no pudo terminar de explotar dadas las ataduras del proceso electoral. Ahora, en cambio, dispone de casi cinco meses por delante para protagonizar uno de los papeles en los que más cómodo se maneja.

Mientras Alberto Núñez Feijóo busca a la desesperada esos cuatro diputados de los que carece para alcanzar la Moncloa, Sánchez intervendrá ante la Asamblea General de la ONU y presidirá varias cumbres de la UE. Su primera parada será en Estrasburgo a principios de septiembre. La tradición manda que cada nuevo presidente de turno pronuncie un discurso para presentar sus propuestas para sus seis meses de mandato. El jefe del Ejecutivo renunció a hacerlo el pasado julio ante las inminentes elecciones generales, pero ahora sí lo hará aunque sea como mandatario en funciones.

Después tocará viajar a Naciones Unidas. El candidato socialista participará en la Semana de Alto Nivel que precede la apertura de la 78ª Asamblea General del máximo organismo internacional. Entre el 18 y el 25 de septiembre se darán cita en Nueva York los jefes de Estado y presidentes de los países miembros. Sánchez coincidirá con Joe Biden, Emmanuel Macron u Olaf Scholz en unas jornadas en las que se debatirá sobre la crisis climática, el derecho a la sanidad universal, la prevención ante futuras pandemias o la ayuda al desarrollo. Son temas en los que el jefe del Ejecutivo español se siente especialmente a gusto.

Pero el plato fuerte de la agenda llegará el 6 de octubre con la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que se celebrará en Granada y a la que, en el marco de la Comunidad Política Europea, están invitados otros mandatarios como el británico Rishi Sunak, el turco Recep Tayyip Erdogan o el ucraniano Volodímir Zelenski. Se trata de una cita planificada hasta el último detalle por el Ministerio de Exteriores que dirige José Manuel Albares y que tiene como ejemplo a seguir el éxito de la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en junio de 2022. Si entonces el presidente en funciones agasajó a los mandatarios de la Alianza Atlántica con una cena en el Museo del Prado, esta vez lo hará en el conjunto monumental de La Alhambra. Existe, no obstante, la paradoja de que si Feijóo saca adelante su investidura se convertirá en el anfitrión de una cumbre diseñada al milímetro para Sánchez.

¿Un futuro en Europa?

La estrategia del PSOE es clara, al menos en lo que respecta a marcar la figura de estadista de su líder, tanto a nivel nacional como hacia el exterior. Mientras Feijóo se desgasta si no logra los apoyos, Sánchez no solo realzaría su figura exterior, sino que se mantendrá al margen mediático de las negociaciones con el PNV, Bildu, Junts o Esquerra.

El objetivo inmediato de Sánchez solo pasa por mantenerse en la Moncloa. No obstante, su proyección internacional podría llevarle a ser considerado como una opción para responsabilidades más allá de las fronteras españolas.

El próximo mayo se celebran elecciones europeas y el anterior candidato socialdemócrata, el neerlandés Frans Timmermans, ha renunciado a su cargo como vicepresidente de la Comisión Europea para postularse como primer ministro en las elecciones de su país. Los progresistas europeos buscan ahora un candidato de garantías, a lo que se suma que Sánchez es el presidente de la Internacional Socialista. En juego están los puestos como presidente del Consejo Europeo, de la Comisión Europea y el jefe de la diplomacia comunitaria.

Otro posible cargo que sobrevuela en torno a Sánchez para el futuro es el de secretario general de la OTAN, aunque para ello necesitaría contar con el agrado del presidente que en ese momento ocupe la Casa Blanca.

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