Feijóo afronta una semana decisiva para lograr una mayoría de investidura

El líder PP redobla los esfuerzos para sumar a CC y PNV a su lista de apoyos para presidir el Congreso y ganar el pulso a Sánchez.

Alberto Núñez Feijóo
Alberto Núñez Feijóo
Efe

Alberto Núñez Feijóo cruzará esta semana las puertas del Palacio de la Carrera de San Jerónimo para presentar sus credenciales como diputado, reunir a su grupo parlamentario y elegir a los integrantes de la nueva Mesa del Congreso en una votación donde PP y PSOE medirán su fuerza y donde cada voto a favor o en contra va a ser crucial. Los socialistas han dejado claro que, a pesar de no ser la fuerza más votada, pretenden seguir presidiendo la Cámara baja como primer partido de la "mayoría progresista" que, defienden, ha salido de las urnas. Pero el líder gallego no está dispuesto a perder el primer pulso de la legislatura contra Pedro Sánchez e intenta ahormar una mayoría más allá de sus 137 votos con la que presentarse después a una investidura.

Los populares quieren que la Mesa del Congreso refleje "quien tiene el grupo mayoritario" e intenta atraer a Coalición Canaria y al PNV a su lista de apoyos para concitar los 176 síes que hagan inclinar la balanza a su favor. En Génova reconocen la dificultad de la operación tras la negativa de los nacionalistas vascos a sentarse a negociar para que Feijóo llegue a la Moncloa por los pactos previos con Vox y porque los votos de Santiago Abascal son necesarios en la ecuación. Incluso así, no tiran la toalla.

Los conservadores creen que existe alguna posibilidad de que los de Andoni Ortuzar accedan, porque de ese modo podrían hacer una "advertencia" a Sánchez sobre el papel que esperan tener en la investidura y en la legislatura y reafirmar su peso después de haber sido superados el 23-J por EH Bildu. "Nos gustaría que presidiese el Congreso un diputado o diputada del PNV, las urnas han hablado y han mostrado un país muy plural", reconocía el líder de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, en 'La Vanguardia'.

El PP, que ya mantiene contactos con los nacionalistas canarios con quienes gobiernan en coalición en el archipiélago, no descarta ceder un asiento a los de Ortuzar y que se conviertan en la bisagra de una Mesa partida en dos bloques. Pero renunciar al cargo de tercera autoridad del Estado por detrás del Rey y del jefe de Ejecutivo son palabras mayores.

Con el control de la Mesa del Congreso, y del Senado, donde gozan de mayoría absoluta, los de Feijóo podrían utilizar ambas Cámaras como muro de contención frente a la acción del Ejecutivo y de sus socios de investidura si el presidente en funciones logra los apoyos necesarios para repetir en el cargo. El convencimiento general es que, de conseguirlo, la legislatura será "corta" porque la dependencia del candidato socialista de ERC y EH Bildu, con elecciones en Cataluña y el País Vasco a la vista, será todavía mayor. "Las urnas hablaron y dijeron que se debe conformar un Gobierno progresista", defendió de nuevo este domingo la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz.

Pérdida de tiempo

La también líder de Sumar urgió a la conformación de ese Ejecutivo progresista, reedición de la coalición entre su espacio político y el PSOE. Un Gobierno que sería, en su opinión, el resultado lógico de los deseos de los españoles expresados en los comicios celebrados hace tres semanas. "Dijeron que tenemos que seguir avanzando, ganando derechos. Nadie entendería -aseguró- que estas elecciones fuesen un retroceso, una interrupción".

Díaz cargó también contra Feijóo porque, en su opinión, «nos está haciendo perder el tiempo con una investidura fallida». En los últimos días desde el Gobierno en funciones se incide en que el líder del PP no tiene una mayoría suficiente con 171 votos -los 137 suyos, los 33 de Vox y el del diputado de UPN- para ser presidente del Gobierno, acusándole de "inventarse realidades alternativas". "Las cuentas de la investidura en el PP las harán los mismos que les hicieron las encuestas", ironizó el jueves el ministro en funciones de Presidencia, Félix Bolaños.

Pero Feijóo no renuncia a dar la batalla por muy cuesta arriba que se le estén poniendo las cosas a la hora de recabar apoyos para su investidura. Los populares no quieren repetir lo que interpretan como el error de Inés Arrimadas, que no se presentó a la investidura en Cataluña pese a haber sido la candidata más votada, con un resultado histórico, en las autonómicas de 2017. Después, Ciudadanos se fue desinflando hasta prácticamente su desaparición.

"Estamos a cinco escaños -cuatro si cierran el apoyo de CC- de gobernar en solitario frente a una amalgama de gobernar con veinte partidos y necesitar del apoyo de los independentistas así que lo intentaremos", insisten fuentes populares. Si no sale adelante su investidura, al menos conseguirán poner el reloj en marcha y acortar el tiempo de Sánchez para negociar el apoyo de los independentistas.

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