Sánchez y Díaz reivindican su modelo contra Abascal en un debate descafeinado sin Feijóo

Ambos lucen sintonía, más allá de los matices de la líder de Sumar, para intentar cercar al líder de Vox señalado a dúo con el del PP.

Los tres candidatos que participan en el debate de RTVE
Los tres candidatos que participan en el debate de RTVE
Efe

En una campaña insólita en pleno julio, el debate anoche entre Pedro Sánchez, Santiago Abascal y Yolanda Díaz fue también una expresión singular del momento político que afronta el país ante las ya inminentes generales del domingo. 

Para empezar porque no estaba, por decisión propia de jugársela a sortear el combate dialéctico en RTVE con «los perdedores», Alberto Núñez Feijóo, el candidato del PP al que todas las encuestas salvo la del CIS apuntan como ganador de las elecciones. 

Para continuar, porque la ausencia buscada del líder del PP dejaba sin rival de tú a tú a Pedro Sánchez, con el riesgo de volver a parecer más un aspirante a la Moncloa que su titular en el último lustro. 

Para proseguir, porque era la primera vez que una mujer intervenía en un formato de estas características siendo ella quien compite por la presidencia del Gobierno, intentando sacar cabeza, como Abascal, en la pugna que libra el bipartidismo PSOE-PP. 

Y para rematar, porque también era la primera vez que debatían dos socios del mismo Gobierno.

Era, así, un debate rato de tres frente a una atril metafóricamente vacío, el que habría correspondido a Feijóo y que los organizadores no colocaron por las objeciones precedentes de la Junta Electoral. 

El jefe de filas del PP vino a ser como el Macguffin en las películas de Hitchcock, un protagonista esencial al que no se veía y ante el que sus rivales, sabedores de que no podían encelarse en lanzar golpes contra el aire, gravitaron de dos maneras: el presidente de Vox reivindicó sus posiciones evitando abrir brecha con un Feijóo que va directo a pescar en sus caladeros -poco más que un reproche a que el PP ha votado «el 98% de las veces» lo mismo en Europa que los socialistas-; Sánchez y Díaz citaron al candidato popular por la vía de subrayar que forma un dúo 'de facto' con su par de la extrema derecha, con el que gobernará, si lo necesita, tras este 23 -J.

Pedro y Yolanda

«Usted, señor Abascal, está aquí en representación del señor Feijóo», dejó sentado en los primeros compases una Díaz que amagó con marcar perfil propio frente al presidente con el que aún comparte Consejo de Ministros al presentarse ante los espectadores -los electores- como la tercera vía frente a las derechas, pero también ante quienes se resignan diciendo que «todo va bien». 

«Pedro, tenemos que avanzar en el mercado laboral», intentó cortocircuitar después la líder de Sumar la fuga de voto útil desde sus filas hacia las de Sánchez. 

Un Sánchez que también tuteó a su vicepresidenta, «Yolanda», para incidir en que volverá a coaligarse con ella si dan los votos para frenar a quienes quieren hacer retroceder a España «a 1973». 

Y que quiso cobrarse la revancha del cara a cara con Feijóo del que salió malparado el pasado 10 de julio acusándole de huir del plató de TVE ante «la vergüenza» de retratarse junto a Abascal y de no poder encarar «la montaña de mentiras» de ese primer debate.

Sánchez y Díaz se emplearon en hacer bandera de su modelo socioeconómico -el que han compartido y volverán a hacerlo si pueden para «ganar derechos»- contra un Abascal que atribuyó al jefe del Gobierno «los hechos que padecen», poco menos que catastróficos, millones de españoles y le acusó insistentemente de mentir, en especial por sus pactos con «los comunistas» -«Usted es la hoz y el martillo», le espetó a Dñiaz- y los independentistas». 

Sus interlocutores cargaron a su vez contra él por su «negacionismo» de la crisis climática, de los derechos de colectivos vulnerables como los inmigrantes y del machismo. La lucha contra la violencia de género, las políticas de igualdad y la ley del 'solo sí es sí» desembocaron en uno de los pasajes más agrios del debate.

«Deje de reírse de las mujeres», pugnó Díaz interpelando a un Abascal que citó los 117 violadores - «monstruos»- liberados para negar que el Gobierno proteja a sus ciudadanas. Fue a ellas a las que interpeló la candidata de Sumar para «concentrar el voto» en torno a ella, mientras Sánchez lo reclamaba para imponer «la verdad» a «las mentiras» de las derechas. «Y viva España», proclamó Abascal.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión