No han faltado anécdotas en esta jornada electoral, que transcurre con normalidad y sin incidencias graves. En Cantabria, tres religiosas de la congregación de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús han marcado una de las anécdotas al presidir con sus hábitos la mesa electoral de la localidad de Ánaz.

Se trata una comunidad conformada por 55 monjas que se encargan de ofrecer formación en el colegio concertado Torreánaz y que en estas elecciones han asumido la responsabilidad de presidencia y vocalías de la mesa electoral.

Los gestos de complicidad se han producido cuando el resto de las hermanas de la congregación han acudido esta mañana al colegio electoral para ejercer su derecho al voto.

Ánaz es una localidad de Medio Cudeyo (Cantabria) con una población de cerca de 150 habitantes, por lo que no es extraño que algunas de las monjas formen parte de la mesa electoral cuando se convocan elecciones.  

En un pueblo de Burgos, en Jaramillo Quemado, el colegio electoral ha podido cerrar a las 9.00 porque han votado cuatro personas a esa hora y el quinto ha votado por correo. A primera hora de la mañana ya estaban esperando que llegara Correos para hacer el escrutinio y cerrar la mesa, ya que solo esas cinco personas forman el censo electoral.

En León, en San Andrés del Rabanedo, el conserje se ha dejado las llaves y ha tenido que ir un cerrajero con celeridad para que pudiera abrirse el colegio en hora, como así ha sido.  

En Santander, el presidente de una mesa electoral ha sufrido un ataque de pánico y ha tenido que marcharse, por lo que, siguiendo la ley, ha sido sustituido por el primero de los votantes que ha acudido al colegio. 

Una mesa electoral de Tres Cantos (Madrid) se ha constituido con otros ciudadanos tras no presentarse el presidente y los vocales, ni titulares ni suplentes convocados.  Así, los primeros que han ido a votar son los que han tenido que encargarse de poner en marcha la mesa electoral.