Sánchez restriega al PP el papel del PSOE en el fin de ETA para sacudirse el peso de Bildu

El presidente anuncia que rebajará a cinco años la cotización obligatoria de los discapacitados para la jubilación anticipada. Avanza también a quien haya superado un cáncer podrá renovar su carnet de conducir como el resto y no cada tres años.

Pedro Sánchez, este lunes en Vitoria
Pedro Sánchez, este lunes en Vitoria
EP

Pedro Sánchez no quiere que la campaña nacional para las elecciones autonómicas y locales del día 28 siga copada por la polémica en torno a la la presencia de 44 condenados por terrorismo, siete de ellos con delitos de sangre, en las listas de EH-Bildu. Es un asunto en el que los candidatos de su partido se sienten muy incómodos, dados los lazos que el Gobierno ha entablado con la formación independentista esta legislatura, y la derecha muy a gusto. Este lunes, aprovechó su presencia en Vitoria -una de las plazas que aspira a conquistar en estos comicios- para intentar zafarse del debate saliendo al ataque contra el PP y acusándolo de no "soportar" que la derrota de ETA, hace más de diez años, se produjera cuando el PSOE estaba en el poder.

Desde que se conoció la composición de las controvertidas candidaturas, el jefe del Ejecutivo solo había aludido a ello una vez, el viernes, cuando, tras su ansiado encuentro en la Casa Blanca con Joe Biden, tuvo que comerse el sapo de dedicar una parte de su comparecencia ante la prensa a dejar claro que no considera "decente" la decisión de quienes han sido estos últimos años uno de sus principales apoyos parlamentarios. Luego, nada.

Ni en Sevilla, el sábado, ni el domingo en Puertollano, donde tuvo que presenciar el desmarque del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a su política de alianzas con ese "yo, con los asesinos de ETA, ni a la vuelta de la esquina", Sánchez retomó el tema. A estas alturas, no se plantea romper con el partido que encabeza Arnaldo Otegi. No resultaría creíble, pero tampoco pragmático porque el papel de Bildu puede volver a ser clave tras las generales.

En la dirección del PSOE tenían cierta esperanza, por un lado, en poder volver a recuperar la iniciativa política con una nueva tanda de anuncios electorales y, por otro, en que fuera el propio Alberto Núñez Feijóo el que acabara por abandonar el tema como elemento de agitación electoral. "Está en una pinza entre Ayuso y Vox. A ver cómo sale...", alegaban fuentes de la organización, después de que el partido de Santiago Abascal registrara el pasado viernes en el Congreso una iniciativa para ilegalizar a Bildu a través de la ley de partidos y la presidenta alentara esa misma idea, irrealizable con la norma actual en la mano.

El líder del PP, sin embargo, sigue presionando a Sánchez y todo apunta a que este martes, en la sesión de control en el Senado, volverá sobre el asunto, aunque este lunes defendiera que lo que hay que ilegalizar son solo las candidaturas. Tampoco los anuncios sobre el derecho al olvido de los pacientes oncológicos y el cine a dos euros los martes para los mayores de 65 años sirvieron para cambiar el paso de la campaña. Así que el presidente ha optado por saltar a la yugular de su oponente.

Campaña "indecente"

"Tengo una pésima noticia y es que la democracia española derrotó a ETA hace diez años y fue con un Gobierno socialista, con Zapatero, con Rubalcaba y con un lehendakari socialista, Patxi López, con quienes derrotamos a ETA ¡Eso es lo que no pueden soportar!", dijo. Como aperitivo, la portavoz de la Ejecutiva, Pilar Alegría, ya había acusado horas antes al PP de ser un partido "perdedor" con una campaña "a la desesperada" y de agarrarse de una manera "indecente" al terrorismo para arañar voto, llegó a decir.

En Vitoria, Sánchez también abundó en la idea de que el principal partido de la oposición está "frustrado" porque lleva meses anunciando el "apocalipsis" y blandió el último pronóstico de la Comisión Europea, que ha elevado del 1% al 1,9% las previsiones de crecimiento para este año. "Yo no anuncio, yo hago", presumió además en un nuevo intento de poner el foco en sus propuestas . Esta vez, aseveró que a partir de esta semana una orden ministerial permitirá que las personas que han superado un cáncer puedan renovar su carnet de conducir en función de su edad y no cada tres años, como en la actualidad, y que el periodo obligatorio de cotización para que las personas con una discapacidad igual o superior al 45% puedan jubilarse anticipadamente pasará de 15 a cinco años.

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