El juez propone juzgar a Luceño y Medina por el "negocio criminal" de las mascarillas

Procesa al empresario y al hijo del duque de Feria por "engañar" al Ayuntamiento de Madrid y ocultar con dolo unas comisiones "excesivas".

El juez del 'caso Mascarillas' procesa a Luceño y Medina por estafa al Ayuntamiento de Madrid y falsedad documental
Luis Medina en una imagen de archivo ante el juzgado

El juez de Madrid Adolfo Carretero, que instruye el denominado 'caso Mascarillas', decidió este lunes procesar a los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina por los delitos de estafa agravada y falsedad documental al Ayuntamiento de Madrid por la venta de material sanitario en plena pandemia por coronavirus.

En un auto en el que pide llevar a juicio a ambos acusados, el instructor indica asimismo que Luceño se enfrenta a los delitos de falsedad en documento mercantil y delito fiscal. Sin embargo, ninguno de los dos será procesado por blanqueo de capitales, ya que según Carretero "no trataron de ocultar el dinero percibido de las comisiones ni intentaron hacer desaparecer el mismo". Ahora las partes personadas se pronunciarán sobre si solicitan el archivo o la apertura de juicio oral y las peticiones de pena.

Según la resolución, la investigación policial "ha acreditado la falsedad" de los documentos elaborados por Luceño, que "incluso simuló la firma de San Chin Choon", el proveedor malasio de las mascarillas. Además, da cuenta de que se han encontrado «instrucciones por escrito» de Luceño a San Chin Choon acerca de las respuestas que tenía que dar a la comisión rogatoria librada a Malasia, de ahí la imputación de falsedad documental.

Afirma el juez que no solo fue grave que no tuvieran experiencia en temas de material sanitario o que engañaran a los funcionarios municipales, sino que se concertaron para inflar el precio de los contratos en un 60% en el caso de las mascarillas, un 81% en los guantes de nitrilo y un 71% en el caso de los test. Todo esto le reportó a Luceño 5,1 millones de dólares y a Medina, un millón.

Con respecto a Luis Medina, hijo del fallecido Duque de Feria Rafael Medina, el juez considera que las compraventas en las que intervino como intermediario "constituyen un caso de negocio jurídico criminalizado al haber engañado al ayuntamiento, ocultando con dolo unas comisiones excesivas para cualquier tipo de negocio", con falsedad de documentos mercantiles, "enriqueciéndose con ello y perjudicando al patrimonio municipal en bienes de primera necesidad", como eran las mascarillas para protegerse del virus.

"Personaje famoso"

Del mismo modo, Medina se valió "de su condición de personaje público y famoso, por ser hijo del Duque de Feria y de una afamada modelo (Naty Abascal) y salir en las revistas del corazón y televisión" para obtener el contacto del primo del alcalde José Luis Martínez-Almeida y, en última instancia, de la responsable de la compra de material sanitario del consistorio, que pasó a su socio para que este iniciase las gestiones para ofrecer el material, "con manifiesta ventaja sobre otros posibles ofertantes".

En cuanto a Luceño, "el auténtico gestor del negocio criminal" en el que Medina participó "como facilitador", el juez sostiene que engañó a su propio socio en el reparto de esas comisiones "excesivas" y fijadas "unilateralmente", que a su vez ocultó al ayuntamiento y justificó con "documentación falsa".

Además, alude a una serie de correos electrónicos supuestamente enviados al juzgado por San Chin Choon, que se había negado a declarar en una anterior comisión rogatoria enviada a Malasia, y apunta que "podían haber sido elaborados" por el propio Luceño "para tener una coartada", pero al final no le sirvió de nada.

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